Mercedes-Benz C220, ampliando horizontes

Autos
/ 11 mayo 2015

Mercedes-Benz C220 está pensado para un comprador más joven.

Madrid, España.- El fabricante alemán Mercedes-Benz ha estado produciendo coches en principio reservado a una categoría de clientes muy concreta, aunque esta es una línea estratégica que la compañía está cambiando de orientación para ampliar el perfil de un comprador que va a llegar, con menos edad, por primera vez a la marca.

Y lo está haciendo con un cambio de diseño que ya está llegando a todos los segmentos de su catálogo. El turno le acaba de tocar a la estratégica Clase C, la berlina compacta que completa la oferta de la marca en la banda de acceso a los coches de la estrella de tres puntas.

Para convencer a un comprador más joven, Mercedes-Benz ha refrescado el estilo poco atrevido o poco afortunado que ha exhibido esta categoría de modelos, a la que estaba accediendo un cliente muy maduro que estrechaba la necesidad de crecimiento de la compañía.

Con estos cambios, ya aplicados a otros modelos que componen la gama, como es el caso de ser la Clase A o la B, además de los CLA y GLA, que están reportando buenos réditos, la compañía va recortando poco a poco distancias con sus inmediatos competidores alemanes en cuanto a contenido emocional en el diseño.

Pero no se vive solo de diseño, sino también de tener unos interiores de calidad al nivel de un cliente exigente que para hacerse con el Mercedes-Benz de acceso a la Clase C (el gasolina C180 de 156 CV) tiene que desembolsar una cantidad que parte de los 40,000 dólares.

La tarifa es mayor en el diesel C220 de 170 CV que protagoniza esta prueba, ya que su precio de partida es de 45,000 dólares, una cifra que partida para la gama diesel.

Esto no justifica que presente fallos de terminación -no tienen que ser extensibles a todos los modelos de la Clase C- como que el limpiaparabrisas suene en exceso en el interior del vehículo o que los ajustes de las terminaciones del salpicadero en la parte alta sean inferiores a los de las otras dos marcas mencionadas o que el cajetín de la guantera suene como el de un coche de inferior calidad.

Otro inconveniente detectado es que la tapa del maletero sube demasiado rápido, por lo puede golpear a alguien que esté próximo -especialmente si es un niño- o le puede tirar lo que está intentando introducir en el maletero si le coge desprevenido.

Por lo demás, el coche está a la altura de lo que se espera y de lo que se ha de pagar por hacerse con una unidad de la Clase C.

Aunque el motor diesel probado es por el momento el menos potente de la gama diesel, sus 170 caballos sobran para mover con agilidad a esta berlina en cualquier situación de viaje, incluso a plena carga.

Más aún con la caja automática opcional  7G-TRONIC PLUS que monta la unidad analizada y que se caracteriza por ser un buen escalonamiento, de tacto suave, precisa y rápida en los cambios de marcha.

Para el que quiera buscar la parte más dinámica del coche, se dispone de dos levas en el volante para imponer el régimen de actuación a esta transmisión.

Un poco más arriba de ellas, pero anclada en la columna de la dirección, está la palanca de cambios, con tres posiciones: directa, neutra-aparcamiento y marcha atrás.

El que sea un tracción trasera no dificulta la conducción, ya que el coche se maneja con la misma facilidad que un tracción delantera, siempre y cuando no se utilicen los límites dinámicos, que es cuando más se aprecia su tendencia sobreviradora, es decir, que el eje trasero va a tratar de adelantarnos.

De serie equipa tren de rodaje Agility Control con sistema de amortiguación selectivo. Mediante una palanca situada en la zona donde debería ir el freno de mano (es eléctrico) y la palanca de cambios, si fuera manual, se puede elegir entre diferentes modos de conducción: Eco, Confort, Sport y Sport+.

El primero está indicado para hacer bajos consumos, el segundo para ir practicando una conducción tranquila y los otros dos para que las respuestas del acelerador sean más rápidas y enérgicas.

La amortiguación es algo dura, lo que en parte se debe a que el modelo probado está equipado con el paquete opcional AMG, que por 3.400 dólares incluye llantas de 18 pulgadas, kit AMG, tren de rodaje deportivo de altura rebajada y paso de ruedas ensanchado.

Los neumáticos, en medida 245/40 R 18, transmiten con mucha nitidez los desperfectos de los viales, pero al mismo tiempo hacen que los trenes rodantes vayan mejor asentados sobre el asfalto, con un mejor agarre en el sobre esfuerzo dinámico.

Los 4,75 metros de longitud no le impiden agilidad en las carreteras sinuosas con cambios contantes de apoyo. Los balanceos de la carrocería están controlados y aparecen ligeramente en los límites dinámicos.

Este Clase C muestra un comportamiento sobresaliente en autopista, con una rodadura muy firme y un ambiente acústicamente muy confortable. Aquí, los consumos se pueden aminorar utilizando la elasticidad del motor y de la transmisión y las inercias del coche. El coche alcanza fácilmente las velocidades de crucero máximas.

En el entorno urbano el coche es de conducción cómoda, gracias, en buena medida, a la combinación motriz automática. A pesar de sus proporciones, el ajuste de dirección hace fáciles las maniobras, a lo que también contribuye notablemente la cámara marcha atrás que monta.

Pasando al diseño, la línea AMG mejora sustancialmente las formas del vehículo. Acentúa sus ya iniciales formas deportivas o, al menos, de estilo más dinámico que exhibido hasta ahora por la Clase C.

En el frontal destacan la amplia estrella de Mercedes y los faros con un diseño muy próximo al estrenado con la Clase S y que son, de serie, de diodos (LED).

La silueta es deportiva y parecida a la del compacto CLA, aunque donde más gana es visto desde la trasera.

Aquí lo más sobresaliente son las rejillas para canalizar el aire y mantener el coche pegado al suelo y, sobre todo, las dos salidas de escape horizontales.

El interior también transmite deportividad. El color dominante es el negro que contrasta con los paneles con terminación de aluminio que recorren horizontalmente el salpicadero y con los remates metálicos que enmarcan los aireadores o los tiradores de las puertas.

La terminación metálica también es la elegida para la fila de palancas  -en vez de las tradicionales ruedas- desde la que se regula la temperatura interior del climatizador bizona (se puede elegir trizona bajo pedido) o la luneta trasera, entre otras funciones.

El remate del techo puede elegirse en tapizado negro, para acentuar más la deportividad.

Desde el puesto del conductor se llega fácilmente a casi todos los mandos. Solo algunos quedan algo alejados de la vista, caso del tirador para abrir el portón trasero que está lindando con la guantera de la puerta.

Tampoco son muy legibles las que están al lado de la rueda desde la que se accionan las luces, que tiene función automática.

En la parte central del salpicadero, la pantalla TFT -no va encastrada- da el toque de modernidad al vehículo.

En ella se pueden consultar las diferentes emisoras de radio, el sistema de navegación, el selector de modo de conducción -que también aparece en centro del cuadro de relojes- o el teléfono una vez que se ha conectado al coche.

La combinación de teclas, botones, rueda giratoria para manejar la tableta y palanca-joystick que va situada inmediatamente por encima de la citada rueda lleva un tiempo de adaptación. Una vez pasado, todo se acciona de una manera más fácil.

El maletero tiene capacidad para 480 litros, pero su forma no es demasiado cuadrada y hace un pequeño escalón hacia arriba.

Al no llevar rueda de repuesto, tiene un doble fondo que tampoco es aprovechable al 100 %.

Como opción se puede elegir que las butacas traseras se pueden tumbar en una proporción 40:20.40.

Es un coche que, a pesar de sus dimensiones, está más enfocado a cuatro pasajeros que a cinco. El gran túnel central trasero, que cuenta con salida independiente de aire, dificulta enormemente el que un adulto puede acomodarse en esa plaza.

La línea del techo es similar a la un coupé con lo que atrás cae bastante y no deja mucho espacio para la cabeza si los pasajeros miden más de 1,85 metros.

Con el techo panorámico opcional se gana en luminosidad, sobre todo si el remate del techo es en negro.

Al respecto, hay que señalar que, como es habitual en las marcas alemanas del segmento Premium, y Mercedes lo es, la lista de opcionales es larga y costosa, por lo que es fácil que la factura final se eleve en varios miles de dólares.

FICHA TÉCNICA

Longitud 4,756 m.

Anchura 1,839 m.

Altura 1,461 m.

Distancia entre ejes 2,840 m.

Vía delantera 1,576 m.

Vía trasera 1,534 m.

Peso 1.570 kg

Capacidad depósito 66 l.

Capacidad maletero 460 l.

Coeficiente aerodinámico 0,26 Cx

Posición motor Delantero longitudinal

Alimentación Inyección directa

Cilindros Cuatro cilindros en línea

Cilindrada 2.143 c.c.

Potencia máxima 170 CV entre 3.000-4.200 rpm

Par máximo 400 Nm entre 1.400-2.800 rpm

Transmisión Automática de 8 velocidades

Velocidad máxima 233 km/h

Aceleración 0-100 7,4 seg.

Consumo medio 4,3 l.

Emisiones CO2 109 g/km

Impuesto de Matriculación Exento

Dirección Asistida eléctrica

Diámetro de giro 11,2 m.

Frenos delanteros Discos ventilados

Frenos traseros Discos

Suspensión delantera Paralelogramo deformable

Suspensión trasera Paralelogramo Deformable

Tracción Trasera

Neumáticos 245/40 R 18

Equipamiento de serie ABS+ASR+EDS+MSR

Precio 48,000 dólares.

DESTACADOS:

++ Para convencer a un comprador más joven, Mercedes-Benz ha refrescado el estilo poco atrevido o poco afortunado que ha exhibido esta categoría de modelos.

++ De serie equipa tren de rodaje Agility Control con sistema de amortiguación selectivo. Mediante una palanca situada en la zona donde debería ir el freno de mano (es eléctrico) y la palanca de cambios, si fuera manual, se puede elegir entre diferentes modos de conducción: Eco, Confort, Sport y Sport+.

++ Este Clase C muestra un comportamiento sobresaliente en autopista, con una rodadura muy firme y un ambiente acústicamente muy confortable.

Por Javier Millán/EFE-Reportajes

Agencia de noticias internacional fundada en Burgos el 3 de enero de 1939. El entonces ministro del Interior, Ramón Serrano Suñer, impulsó la creación de la agencia, en la que participaron activamente: José Antonio Jiménez Arnau, Manuel Aznar Zubigaray y Vicente Gállego.

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