Taos: la SUV con el balance que la vuelve una compra inteligente

CDMX.- Todos los segmentos tienen autos más grandes, y, en ese sentido, una necesidad de los compradores de la primera generación de Tiguan era el espacio. Con la segunda generación, más grande, quedó un nicho por debajo que Volkswagen debía cubrir para completar la gama. La respuesta la encontró en Taos, una SUV que satisface diversos mercados, cuyo punto clave es el equipamiento.

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Tiro al blanco

Taos podría considerarse como un águila, certera y directa. ¿Por qué lo digo? Porque llegó en el momento preciso con un balance de diseño, tecnología y equipamiento que lo vuelven difícil de evitar. Sobre el primer punto, se nota diferente a la gran mayoría de sus competidores. Tiene una identidad propia con la que luce juvenil y atrevida. La posibilidad de tener carrocería bitono es de la versión Highline.

Sobre el segundo punto, todas las versiones llevan una pantalla de 10 pulgadas con conexión inalámbrica para celulares. Esto es bien recibido, pues resulta rápida y sencilla. Eso sí, se extraña una perilla para el volumen, ya que todo es táctil. Se agradece que aún conserva los mandos físicos para ajustar el aire acondicionado, cosa que resulta más intuitiva.

El cuadro de instrumentos digital es de serie, y es uno de los que me parecen con mejor despliegue de información. Ya sea que se desee ver todo sobre consumos, música o desactivar asistentes, es fácil de hacerlo desde el volante.

Finalmente, llegamos al equipamiento. Las diferencias entre versiones son de temas que podríamos considerar “lujos”, como techo panorámico o asiento eléctrico. Lo más importante está ahí desde la versión base, con faros LED, motor turbo, y un alto nivel de seguridad.

Dimensiones idóneas

Es tres centímetros más corto que un Jetta, lo que permite maniobrar fácilmente en calles y estacionamientos. El interior es de lo más amplio, con buen espacio para piernas y cabeza. Punto a favor es el hecho de que tiene salidas de aire acondicionado y un puerto USB tipo C para los ocupantes de los asientos traseros.

La altura, junto con grandes espejos y ventanas, hacen que la visibilidad sea muy buena. Quizá la necedad personal de ir sentado lo más abajo posible, hace que la posición de manejo a veces sea un poco extraña, pues el volante queda más arriba de lo que se desearía. La cajuela permite meter las maletas de una familia. Incluso cuenta con una compuerta para artículos largos al centro del asiento.

Un corazón confiable

Volkswagen apuesta por ofrecer motores turbo, con esa dualidad de eficiencia y desempeño. Taos usa el conocido 1.4 TSI de 150 caballos de fuerza y 184 lb-pie, ligados a una transmisión automática de seis cambios. Como es natural en los motores turbo, existe una demora en la entrega de potencia, especialmente en los arranques. Basta con entender cómo opera para aprovechar mejor el turbo.

En general, puede calificarse como un manejo cómodo. La transmisión es suave y la suspensión absorbe bien los baches.

Durante la semana de pruebas promedió 10.6 km/l con tráfico denso. En situaciones donde todo fluyó, fácilmente se le pueden sacar 14.7 km/l y poco más de 20 km/l si se trata de vías rápidas.

Una oferta completa

La jugada maestra de Volkswagen es ofrecer una SUV muy segura desde la versión base, con un motor eficiente y características que convergen en un producto balanceado desde cualquier ángulo a un precio competitivo.