A dos años de su asesinato recuerdan a sacerdotes jesuitas de Chihuahua
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El 20 de junio del 2022, José Noriel Portillo agredió al guía Pedro Eliodoro Palma, quien buscó refugio dentro del templo de Cerocahui, los sacerdotes Javier y Joaquín intentaron auxiliar al guía, y fueron asesinados junto con él
Chihuahua, Chi. Habitantes del municipio de Urique, jesuitas y los obispos de las diócesis Sierra Tarahumara y Cuauhtémoc-Madera, se congregaron en una misa al mediodía de este jueves, en la parroquia de San Francisco Javier Cerocahui, a dos años de que en ese lugar el narcotraficante José Noriel Portillo Gil “El Chueco” asesinó a balazos a los sacerdotes Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar.
La víspera de la conmemoración, los religiosos y católicos de Urique realizaron una caravana que denominaron “Por la Paz”, y recorrieron el trayecto desde el paraje conocido como Pitorreal hasta el atrio de la parroquia San Francisco Javier, llevando los retratos de los jesuitas Javier y Joaquín.
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Integrantes de la etnia rarámuri también rindieron homenaje a los jesuitas asesinados, con música tradicional de violín y baile de pascolas, durante el recorrido de la caravana y en la misa.
El 20 de junio del año 2022, el líder criminal José Noriel Portillo agredió al guía de turistas Pedro Eliodoro Palma, quien buscó refugio dentro del templo de Cerocahui, los sacerdotes Javier y Joaquín intentaron auxiliar al guía, y fueron asesinados a balazos junto con él.
José Noriel Portillo se llevó los cuerpos de los jesuitas, tres días después estos se encontraron en el paraje conocido como Pitorreal, localizado en la carretera de San Rafael al pueblo turístico de Creel.
El templo de San Francisco Javier, en Cerocahui, municipio de Urique, es el lugar donde yacen sepultados los restos de Javier Campos y Joaquín Mora, y congregó este jueves a la grey católica, en una misa que concelebraron el obispo de la diócesis Tarahumara, Juan Manuel González Sandoval, y el obispo de la diócesis Cuauhtémoc-Madera, Jesús Omar Alemán Chávez.
En la misa para recordar el homicidio de Javier Campos Morales y Joaquín César Mora, un representante del padre provincial de la Compañía de Jesús en México, Luis Gerardo Moro Madrid, afirmó que cuando los cuerpos de los jesuitas fueron encontrados y traídos al templo, “surgió un rayo de luz y de esperanza”, lo cual tiene que ver con resolver los más de cien mil casos de personas desaparecidas en el país.
“Durante las primeras horas de la desaparición de sus cuerpos, experimentamos la misma incertidumbre que viven diariamente más de cien mil familias en México, que buscan sin cesar a sus familiares desaparecidos”.
“Lo ocurrido aquí hace dos años movilizó a la Iglesia y a la sociedad, en búsqueda de caminos de paz, de justicia y de reconciliación, entendemos que la violencia que sufrimos los jesuitas es solo un ejemplo del dolor que afecta a muchas otras personas a lo largo del territorio, lo que viven miles de familias nos grita a voces, el que existe una violencia estructural que lacera a nuestro México adolorido, especialmente aquella que sufren las comunidades indígenas, los más pobres y marginados”.
“Los obstáculos para conseguir justicia han sido numerosos, jurídicos, sociales y criminológicos, situación que perpetúa la impunidad como ocurre en más del 96 por ciento de los casos en nuestro país, pues solo cuatro de cada cien delitos son investigados y llegan a una conclusión”.
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VINCULAN A PROCESO AL ÚNICO DETENIDO
Un integrante del grupo criminal de José Noriel Portillo Gil “El Chueco”, identificado como Carlos C.R., fue vinculado a proceso penal por el delito de desaparición agravada de una persona, en relación con los hechos del 19 y 20 de junio del año 2022 en los que fueron asesinados los jesuitas Joaquín César Mora Salazar y Javier Campos Morales, así como del guía de turistas Pedro Palma y el jugador de beisbol Paul Osvaldo Berrelleza Rábago, informó el secretario de Seguridad Pública estatal, Gilberto Loya Chávez.
Otras ocho personas relacionadas con el grupo criminal y señaladas como responsables del homicidio de los jesuitas siguen sin ser detenidas y se consideran prófugas de la justicia, mientras que José Noriel Portillo Gil “El Chueco”, fue encontrado sin vida en el municipio de Choix, Sinaloa, el 18 de marzo del año pasado.
“Seguramente hay más presuntos responsables, pero de los que operaron ese día, nosotros tenemos esa cantidad (ocho), no quisiera adelantar en donde podrían estar ubicados esos responsables”, comentó Gilberto Loya en conferencia de prensa.
Sobre la detención de los integrantes del grupo criminal de “El Chueco”, afirmó que “nos extendemos desde Creel hasta San Rafael; estamos en toda la zona y ese fue el compromiso que hicimos con las gentes de las comunidades, porque había un gran temor y no solo fue un compromiso de la Policía Estatal, fue un compromiso de la Guardia Nacional, de la Sedena, de la Fiscalía estatal, y hemos manejado una base de operaciones permanente, nosotros mandamos una cámara móvil frente de la iglesia que cuida toda esa área”.
“Justo en días pasados, detuvimos aquí en Chihuahua capital a una de las personas que estuvieron involucradas en ese homicidio, hace dos años; es decir, no ha sido un tema que ya se nos olvidó, hemos estado haciendo un trabajo de inteligencia, logramos dar con esa persona, la detuvimos y ahora está siguiendo su proceso por esa orden de aprehensión”.
Elementos de la Agencia Estatal de Investigación (AEI), adscritos a la Fiscalía de Distrito Zona Occidente, detuvieron a Carlos C. R., de 45 años de edad, en la ciudad de Chihuahua, bajo una orden de aprehensión por su presunta responsabilidad en el delito de desaparición forzada de una persona.
El lunes 20 de junio del año 2022, Carlos C. R., junto con “El Chueco” y otros sujetos armados, irrumpió en el domicilio del jugador de beisbol local Paul Osvaldo Berrelleza Rábago, en Cerocahui, para reclamarle por su desempeño en un juego de beisbol que se había realizado el día anterior.
José Noriel Portillo Gil “El Chueco” y Carlos C. R. dispararon contra Paul Osvaldo y lo subieron a una camioneta, su cadáver lo encontraron militares del Ejército Mexicano y agentes de la Fiscalía estatal, dos semanas después, el 4 de julio del 2022 en la localidad El Chorro, municipio de Urique.
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El jueves 13 de junio pasado, Carlos C. R. fue detenido en calles de la colonia Melchor Ocampo, en la ciudad de Chihuahua, y el miércoles pasado fue vinculado a proceso penal, acusado del delito de desaparición de persona cometido en Cerocahui.
Como parte de la continuación de la audiencia celebrada el miércoles 19 de junio del 2024, el juez resolvió la medida cautelar de prisión preventiva en contra de Carlos C. R. y dio un plazo de tres meses para que el Ministerio Público lleve a cabo la investigación complementaria.
Con información de La Jornada