‘Adquirió México las plantas de Iberdrola, más no su potencial innovador’
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Para Federico Berrueto la compra que se hizo de las 13 plantas a la empresa española no es mala, pero la rentabilidad no será la misma en manos de la deficiente capacidad gerencial de la CFE
La compra de las 13 plantas de Iberdrola fue una victoria para el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, al menos en su proyecto para dominar la producción de energía eléctrica en México, más no tendrán las condiciones de rentabilidad en manos de Manuel Bartlett.
El columnista y también analista político, Federico Berrueto, advierte que el potencial innovador y empresarial de Iberdrola no viene incluido en la adquisición hecha por el Gobierno Federal para la CFE.
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“México compra unidades de generación de ciclo combinado, pero no el potencial innovador y empresarial de Iberdrola que tanto vale y poco aprecia Manuel Bartlett”, refiere el articulista sobre el director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
El marte de esta semana, el gobierno encabezado por el tabasqueño López Obrador anunció la transacción por 120 mil millones de pesos y la calificó como una “segunda nacionalización” eléctrica.
La venta por parte de la empresa española se da tras librar varios desencuentros con el Presidente y obstáculos que le imposibilitaron su operación en México, pero ahora podrá enfocarse en la inversión de energía limpia.
“Iberdrola resuelve a alto costo su desencuentro con las autoridades, supera diversos litigios en curso y obtendrá capital para apuntalar su apuesta a las energías limpias”, escribe Berrueto en su análisis.
LOS PERDEDORES Y GANADORES
Para el columnista, la gran ganadora es la CFE, pues independientemente de que controlará el 55.5 por ciento de producción nacional de generación de energía eléctrica, la compra la hace con cargo al país, pues las 13 plantas serán pagadas con el fondo de inversión en infraestructura.
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“La operación de ayer, de manera técnica, no entra a la deuda. Es patrimonio de la nación. Nos significó 120 mil millones de pesos, como el 0.04 por ciento el Producto Interno; nada porque tenemos finanzas públicas fuertes”, dijo AMLO sobre la compra.
Las declaraciones del Presidente fueron refutadas por Federico Berrueto quien advierte que “de alguna manera, los 120 mil millones de pesos habrán de pagarse y, al igual que con los gobiernos de antes, lo harán las generaciones futuras”.
Sin embargo, en términos futuros, indica el analista sobre la transacción, el beneficio será mayor para Iberdrola que para el gobierno por la transición energética que busca dejar atrás a las energías no renovables.
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“México, a costa de los pagos en el futuro, apostó al pasado y a la popularidad del Presidente; Iberdrola lo hizo al futuro y a las energías limpias”, advierte Berrueto.
Por ese motivo, el articulista considera entre los perdedores a los mexicanos porque tendrán que “fondear el singularísimo ímpetu inversor del presidente López Obrador”.
