Al igual que AMLO, el tres veces alcalde de Texcaltitlán ignoró la crisis de violencia

CDMX.- Tal como lo ha hecho el presidente Andrés Manuel López Obrador, Javier Lujano Huerta, alcalde de Texcaltitlán, decidió no abordar el problema de inseguridad y sólo ignoró el asunto. El periodista Héctor de Mauleón en su columna de El Universal da cuenta de cómo el munícipe vivía en un “remanso de tranquilidad” mientras el municipio que gobierna era asolado por el crimen.

Lujano Huerta ha gobernador durante casi una década Texcaltitlán, municipio ubicado en el Estado de México donde este viernes pobladores decidieron hacer frente a sus extorsionadores con machetes, hoces y viejas escopetas ante el abandono de sus autoridades.

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Texcaltitlán, como recuerda De Mauleón, es también célebre por ser el pueblo donde en junio de 2022 fue abatido el “mono sicario”, un mono araña que portaba chaleco táctico y pertenecía a integrantes de la Familia Michoacana.

El enfrentamiento entre civiles armados y elementos de la fiscalía estatal, donde perdió la vida el “mono sicario”, dejó también once sicarios muertos y fue resultado de un “operativo destinado a la captura de objetivos prioritarios”.

Sobre estos hechos, señala el editorialista en su artículo “El Payaso, el mono sicario, y un pueblo que se hartó de sus extorsionadores”, el alcalde aseguró que era un hecho aislado, que “no existían rastros de la presencia del crimen organizado en Texcaltitlán”.

Sin embargo, sus declaraciones contrastaban con la realidad.

LOS FOCOS ROJOS QUE LUJANO HUERTA SIMPLEMENTE IGNORÓ

Aunque el alcalde de Texcaltitlán declaraba que sólo había tranquilidad en el municipio, señala el periodista Hector de Mauleón, un profesor había sido sacado de una telesecundaria por un comando para ejecutarlo horas después.

A ese hecho se suman otros más, donde las víctimas fueron el director de seguridad pública municipal, así como dos policías de investigación “asesinados en un tiroteo con sicarios de la Familia Michoacana”.

“En 2018, otro comando se había llevado, de las puertas de su domicilio, al director de seguridad pública municipal Juan Hernández García, quien fue encontrado sin vida, maniatado y con el rostro cubierto con cinta adhesiva, en la carretera La Puerta-Sultepec”, detalla De Mauleón.

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En Texcaltitlán también fue detenido en mayo de 2022 un jefe de plaza conocido como “El Zopilote”, quien −detalla el periodista con información oficial− era el “líder criminal que orquestó la agresión contra el Centro de Justicia de la fiscalía del Edomex en el municipio de Sultepec”.

“La aparición de narcomantas y narcocartulinas ha sido frecuente”, y tras el ataque a la Fiscalía del Edomex, La Familia Michoacana dejó mensajes en ese municipio así como en Tejupilco, Ixtapan de la Sal, Temascaltepec y Sultepec, todos dominados por ellos, para advertir una ofensiva contra agentes de seguridad estatal.

Entre los nombres de los “comandantes” que firmaban esas “narcomantas” aparecía, señala De Mauleón, el de Rigoberto de la Sancha Santillán, “El Payaso”, quien este viernes acabó muerto en el enfrentamiento contra pobladores de Texcaltitlán.

“El Payaso”, detalla, había citado a los agricultores en la cancha de futbol de Texcapilla (con apenas mil 200 habitantes), “para anunciarles que, a pesar de las malas cosechas, habría un incremento en el ‘cobro de piso’: un peso por cada metro cuadrado de cultivos”.

De la Sancha Santillán era jefe de los extorsionadores en Texcaltitlán, pero se le atribuyen varios hechos de violencia, entre ellos, una emboscada en mayo de 2021 en Coatepec de Harinas, donde fueron asesinados 13 policías estatales y ministeriales.

‘LA IRA DE UN PUEBLO ABANDONADO’

Para De Mauleón “El Payaso y sus hombres cosecharon la ira de un pueblo abandonado por el gobierno” y fue el resultado de los acontecimientos del pasado viernes que quedaron registrados en video.

Pero la realidad no sólo contrasta con el discurso de Javier Lujano Huerta, alcalde de Texcaltitlán, también con el de la gobernadora del Edomex, Delfina Gómez y del mismo presidente Andrés Manuel López Obrador.

“Una gobernadora emocionada que sólo atina a llamar a la gente a unirse ‘por la paz’, un presidente municipal que después de gobernar una década no se enteró de la tragedia que vivía su pueblo, y el presidente de un país que, de gira en el municipio vecino, dedicó sólo unos segundos a hablar de la tragedia e invitó a los mexicanos a combatir, ‘entre todos’, la extorsión”, critica el periodista sobre los discursos oficiales.