AMLO busca desaparecer al Ejército de absorber la Guardia Nacional, advierte Riva Palacio
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“Absorber a la Guardia Nacional es comerse la manzana envenenada que les dio López Obrador”, advirtió Riva Palacio
Como promesa de campaña, el proyecto del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador de incorporar la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional se ha mantenido en el centro de los debates desde su anuncio a principios del mes de agosto.
Tras su aprobación en la Cámara de Diputados el pasado 3 de septiembre (con 264 votos a favor, 212 en contra y 1 abstención), la serie de reformas que contempla esta iniciativa será evaluada y discutida por las y los senadores este martes 6 de septiembre.
Desde la perspectiva del titular del Ejecutivo Federal y quienes apoyan la adscripción de la GN a la Sedena, esta es una medida que ayudaría a salvaguardar la seguridad de la población y evitaría que la corporación, hasta ahora civil, “se eche a perder” como ocurrió con la Policía Federal.
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“Comenzó el camino a la derrota el viernes, cuando pese a aprobarse la adscripción de la Guardia Nacional a Lomas de Sotelo, el documento es tan endeble que, como advirtió Hope, un próximo gobierno podría desmantelar lo votado. El Ejército quería una reforma constitucional, pero el presidente Andrés Manuel López Obrador no pudo concretar porque agotó en la primera parte de su sexenio el vapor a su locomotora, pero el PRI, inesperadamente, dejó abierta la puerta para otorgarles el andamiaje constitucional que desean los militares.
El viernes pasado, durante el debate en el Congreso, la diputada priista Yolanda de la Torre presentó una iniciativa para que la Guardia Nacional sea parte de la Secretaria de la Defensa Nacional hasta 2028, y no hasta 2024 como se estableció en su creación. La iniciativa rompe la moratoria constitucional acordada por la oposición, y pese a la polémica que levantó, los líderes del PRI no la han desautorizado o señalado que fue a título personal y no respaldada por el partido. Quizás no fortuito, eso es lo que quiere el Ejército para garantizar el control formal y legal de la Guardia Nacional por el resto de la década”, expuso.
Sin embargo, el periodista Raymundo Riva Palacio vislumbró que, detrás de estas reformas, se esconde el interés del presidente de desaparecer al Ejército por completo.
“Disfruten su ‘triunfo’ compañeros”, escribió el sábado el experto en seguridad Alejandro Hope. “Los va a perseguir por años”. Las palabras de Hope, escritas en su cuenta de Twitter el sábado pasado horas después de que Morena y sus aliados aprobaron de manera mecánica la adscripción de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional, son premonitorias, pero no falsas. El experto consideró que en vez de garantizar la sustentabilidad de la Guardia Nacional, el voto en San Lázaro creó una situación “en la que van a caer en responsabilidades administrativas”. También tiene razón, aunque habría que añadir que también el Ejército, ganando como se ve en el corto plazo, perderá en el largo”.
La aprobación del proyecto en San Lázaro significó una victoria para la Cuarta Transformación y, al mismo tiempo, una derrota a largo plazo para el Ejército Mexicano, así lo planteó Riva Palacio en su más reciente columna, en la que aseguró que lo mejor para la institución castrense hubiera sido que la Guardia Nacional “se mantuviera, aunque fuera de manera formal, bajo la jurisdicción civil”.
Riva palacio advirtió que el objetivo a futuro de AMLO es desaparecer a esta corporación y “construir sobre ella una policía militarizada”, señaló.
“En cualquier caso, lo ideal para el Ejército habría sido que nada de esto hubiera pasado y que la Guardia Nacional se mantuviera, aunque fuera de manera formal, bajo la jurisdicción civil. Absorber a la Guardia Nacional es comerse la manzana envenenada que les dio López Obrador, cuyo objetivo ulterior es desaparecerlas y construir sobre ellas una policía militarizada”.
Para argumentar lo anterior, el también analista político refirió una entrevista que el mandatario ofreció para La Jornada en 2019, en la que afirmó: “Si por mí fuera, yo desaparecería al Ejército y lo convertiría en Guardia Nacional”, con lo que descartaría la necesidad de las Fuerzas Armadas en México.
Tales declaraciones, aseguró el periodista, dejan entrever que para AMLO “la defensa de la seguridad nacional es retórica y habría que dedicar todos los recursos militares a la seguridad pública”.
En este orden de ideas, el presidente habría encontrado una manera discreta de disolver a las instituciones militares mediante la adjudicación de responsabilidades ajenas a sus funciones, “supliendo a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, utilizando a soldados como policías migratorias o aportando su logística para encomiendas que antes hacía la Secretaría de Salud o el Seguro Social”, mencionó Riva Palacio.
De este modo, la adscripción de la Guardia Nacional a la Sedena sería “la culminación de la trampa” bajo el argumento de que la disciplina militar ayudaría a hacerle frente a los criminales. “El papel de la Guardia Nacional no es el combate a ningún delincuente, sino actuar con el propósito primordial de disuadir e inhibir a delincuentes. No ha servido”, expuso el columnista, quien retomó cifras referentes a las detenciones conseguidas en la actual administración en comparación con la anterior.
“El año pasado, con más de 100 mil efectivos desplegados, detuvo a poco más de 8 mil personas, cifra inferior al último año del gobierno de Enrique Peña Nieto, que con 36 mil policías, la Policía Federal capturó a poco más de 13 mil”.Así, el plan de poner a la GN bajo el mando militar sería, en realidad, una “puerta de escape” para López Obrador, pues esta campaña le daría “una coartada para no asumir su responsabilidad al final de su gobierno” y le permitiría culpar al Ejército del fracaso en la estrategia de seguridad.
“Podrá argumentar que les dio todo e hicieron poco, con lo que demostraron su ineficiencia y la razón para no existir”, sentenció el periodista.