Ante escasez de agua, todo un lío bañarse en Nuevo León
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La vida para los regiomontanos se ve “trastornada” ante el bajo nivel en las presas y los problemas en el suministro de agua en diversos sectores de la Ciudad, aseguró Rubén Bernal quien radica en la colonia Pedregal La Silla.
“Tienes que bañarte temprano y lavar trastes o ropa en la madrugada, hasta la vida social se ve trastocada”, aseguró el regiomontano quien actualmente enfrenta el desabasto de agua y una segunda sequía: la de los tinacos.
Pues aunque logró adquirir un tinaco, debió recorrer media ciudad en busca de uno, comprarlo a sobre precio para que luego la presión de agua no sea suficiente para llenarlo.
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“Ahorita el agua cae de 4 de la mañana a 10 de la mañana pero aún así quieras lograr tener una reserva de agua, ésta puede durarte por lo mucho dos días y regresa el desabasto, mientras que hay colonias que duran hasta 2 días sin agua y sin poder almacenar”, comentó.
Señaló que los precios de los tinacos que costaban alrededor de mil 500 pesos hoy se comercializan en 3 mil 500 y hasta 8 mil pesos, un insulto para las familias que tienen un ingreso mensual de ese rango con al menos 4 integrantes de familia, consideró.
“La restricción de agua cada vez es más severa, cualquier reserva, por más que ahorres no te aguanta para sofocar el desabasto, ya no se sabe a qué hora lavar o mejor no hacer el aseo, para las zonas donde la restricción es más dura”, expresó.
La vida, se ha visto trastornada por la falta de agua, agregó, nunca se tuvo tinaco porque no era necesario, si bien había un horario para el abasto de agua, nunca fue un problema, ahora hay que ahorrarla para los sanitarios y la ducha.
“Ahora sí que hasta la vida social porque hacer fiesta es quedarse sin agua, en el baño y lavando trastos, por eso ya no se están haciendo las carnes asadas, esto en mi caso particular”, manifestó el regiomontano.
Quien hizo un llamado a las autoridades para regular la venta de los tinacos actualmente, porque no sólo se complica su curso de vida sino también pega en sus bolsillos, agregó, un gasto no previsto por las familias.