Apoyan 7 de cada 10 mexicanos la muerte asistida

CDMX.- Los resultados de la Segunda Encuesta Nacional de Opinión sobre el Derecho a Morir con Dignidad arrojan que 7 de cada 10 personas en México desearían tener la posibilidad de interrumpir el sufrimiento de una enfermedad grave mediante la muerte médicamente asistida.

Amparo Espinosa Rugarcía, presidenta de la asociación civil Por el Derecho a Morir con Dignidad (DMD), señaló que en promedio “alrededor del 70 por ciento de la población está a favor de adelantar su muerte si tiene dolores que ya no puede soportar, si está en la fase terminal”. La consulta fue realizada en 2022 por la empresa Investigación en Salud y Demografía (Insad) a través de 4 mil 101 entrevistas en cinco regiones de México y no dista mucho de los resultados de la primera elaborada en 2016.

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“La encuesta nos da una imagen bastante clara para entender qué están pensando los mexicanos respecto a la posibilidad de una muerte digna”, mencionó la psicóloga Gina Tarditi, integrante del Grupo de estudios sobre el final de la vida de la Universidad de Glasgow, en entrevista para Reforma.

La encuesta también apunta a que el 72.7 por ciento de los encuestados están de acuerdo con la posibilidad de cambiar las leyes en la materia para permitir que los enfermos terminales reciban este tipo de asistencia.

“En esta encuesta lo que nos revelan los datos es que poco más de 7 de cada 10 mexicanos están a favor de que haya un cambio en las leyes para que se le permita a un enfermo que está sufriendo dolores insoportables solicitar morir anticipadamente, tener esta ayuda para morir de manera anticipada”, menciona.

La especialista considera que esta aceptación se debe a la prevalencia de enfermedades crónico degenerativas y el aumento de la expectativa de vida.

“Esto hace que la gente tema tener sufrimiento en los últimos años de la vida”, afirma la experta.

El análisis recoge testimonios en los que indican claramente las personas que no buscan sufrir ni que gente cercana a ellos viva con dolos los últimos momentos de su vida.

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Uno de los retos más grandes que enfrenta la eutanasia y el suicidio médicamente asistido es la creencia religiosa, aunque la encuesta revela que existe un nivel de aceptación de más del 60 por ciento entre quienes se identifican como católicos y cristianos. También la problemática a la que se enfrentan es que la persona mayor pueda ser presionada de algún modo por su familia o por el Sistema de Salud para decidirse por la muerte anticipada.

“Sin embargo, en los países donde se ha legalizado existen suficientes salvaguardas y candados para evaluar al paciente, conocer y cerciorarse de que la decisión es voluntaria, razonada, consistente y sostenida en cierto tiempo para poder optar por una de estas opciones”, explica la especialista.

“Desde luego, México puede mirar hacia otros países que tienen legalizada la eutanasia, la muerte médicamente asistida, para conocer más sobre esas experiencias y lo que ha funcionado”, sugiere Gina Tarditi.

Con información de REFORMA