Aumentan a 14 las víctimas del enfrentamiento entre grupo criminal y pobladores de Texcaltitlán
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El enfrentamiento se dio como medida para ponerle un alto al cobro de piso que exigía la organización criminal
La violencia desatada en la comunidad de Texcapilla, ubicada en el municipio de Texcaltitlán, al sur del Estado de México, ha cobrado la vida de 14 personas, según la última actualización proporcionada por la Secretaría de Seguridad (SS). El enfrentamiento, que tuvo lugar en la mañana del viernes 8 de diciembre, involucró a civiles armados y residentes locales.
De acuerdo con los informes más recientes, 11 de las personas fallecidas se presumen como integrantes de un grupo criminal, que se sospecha sea la ‘Familia Michoacana’, mientras que las tres restantes son vecinos de la zona que resultaron atrapados en el fuego cruzado. Además, se reportan cuatro personas lesionadas por proyectil de arma de fuego y dos individuos más que aún no han sido localizados.
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POBLADORES DE TEXCAPILLA ENFRENTAN A ORGANIZACIÓN CRIMINAL ‘LA FAMILIA MICHOACANA’
El conflicto se desencadenó cuando un grupo de civiles locales se enfrentó a aproximadamente una decena de personas armadas, supuestamente vinculadas a la organización criminal conocida como la Familia Michoacana.
Según testigos, los presuntos criminales exigían a los pobladores el pago de un peso por metro de siembra como parte de una extorsión recurrente. Ante la negativa de los lugareños a ceder ante la extorsión, se desató un violento enfrentamiento en el que los habitantes locales se defendieron con machetes, armas de fuego y hasta una hoz.
VIDEO MUESTRA MOMENTO DEL ENFRENTAMIENTO ENTRE POBLADORES DE TEXCALTITLÁN Y LA FAMILIA MICHOACANA
A través de videos difundidos en plataformas de redes sociales, se ha logrado reconstruir la secuencia de eventos que culminaron en el enfrentamiento mortal en Texcaltitlán.
Un video muestra a un grupo de personas congregadas en un campo de fútbol “llanero”. En la grabación, se puede observar cómo las tensiones entre los presentes van en aumento, transformándose gradualmente en intercambios de palabras acaloradas e insultos. La atmósfera tensa se ve bruscamente interrumpida por el sonido de detonaciones de armas de fuego, marcando el inicio del violento enfrentamiento.
La confrontación se desarrolla con la presencia de machetes y armas de diversos calibres, creando un caótico escenario de violencia. La población, visiblemente enfurecida, decide tomar medidas más extremas: dos vehículos, supuestamente utilizados por los presuntos delincuentes, son incendiados en un acto de represalia. La multitud no solo se limita a la destrucción de los automóviles, sino que también prende fuego a quienes se presume forman parte del grupo criminal.
Los pobladores, temerosos por su seguridad, solicitaron urgentemente auxilio a las autoridades, alertando sobre la posibilidad de que más integrantes del grupo delictivo se unieran al enfrentamiento. En respuesta, elementos de la Secretaría de Seguridad estatal se desplazaron rápidamente hacia la zona, apoyados por la Guardia Nacional, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Fiscalía General de Justicia.