‘Convencieron al Presidente’: Será Andy López ‘el iniciador de la dinastía de Macuspana’, asegura Riva Palacio

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/ 16 septiembre 2024

En la sucesión más prematura de la historia en México, refiere el periodista, hijo de López Obrador arranca el proceso de relevo presidencia para el 2030, aun cuando Claudia Sheinbaum ni toma protesta

CDMX.- La sucesión presidencial del 2030 ha iniciado en las filas del oficialismo, asegura Raymundo Riva Palacio, y será Andrés Manuel López Beltrán, “Andy”, el heredero de la llamada Cuarta Transformación.

Hoy en su columna “Estrictamente Personal”, el periodista afirma que en unos días Andy asumirá la Secretaría de Organización de Morena, donde “oficializará el control que tiene sobre varias estructuras de poder en el país”.

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El también analista político advierte que se trata de la sucesión más adelantada en la historia republicana del país, pues Claudia Sheinbaum no ha tomado siquiera protesta como presidenta.

“Las luchas de poder dentro del gabinete”, recuerda, iniciaban durante el primer año de gobierno, no antes. “Ahora arrancaron con alevosía y ventaja”, añade el analista.

En ese contexto, Riva Palacio asevera que se trata de una afrenta para Sheinbaum, a quien desde mucho antes le imponen la ruta de relevo de poder, quitándole la posibilidad de que sea ella la que decida.

“Mucho tiempo ha de pasar en su sexenio y las cosas podrán cambiar, pero la señal de quererle amarrar también las manos en el proceso sucesorio es clara”, expone el editorialista.

IMPONER HEREDERO, ‘UN PLAN DEL SECTOR MÁS RADICAL’ DE LA 4T

No fue López Obrador quien planeó imponer a su hijo como heredero de su movimiento, sino del sector más radical del aún presidente, revela también Raymundo Riva Palacio en su artículo de hoy.

“La idea de colocar a un heredero del legado cuatroteísta no salió del presidente Andrés Manuel López Obrador, sino que fue un plan del sector más radical en su entorno”, refiere.

Se trata de Rafael Barajas, “El Fisgón”, monero de La Jornada; Jesús Ramírez Cuevas, el vocero presidencial, y Adán Augusto López, exsecretario de Gobernación y coordinador de Morena en el Senado.

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Los tres, escribe el periodista, “convencieron al Presidente por el ego, y su argumento fue que sólo Andrés... podría ser capaz de consolidar su proyecto y trascendencia histórica”.

Andrés Manuel, quien es conocido como “Andy”, cuenta el periodista, es el hijo preferido de López Obrador, “al único que saludaba de beso”.

De acuerdo con el periodista, Andy, quien controlaba la agenda de su padre, operaba también la acción electoral desde la Presidencia junto con “con Gabriel García Hernández, que trabajaba oficialmente como coordinador general de Programas para el Desarrollo en Palacio Nacional”.

Juntos, López Beltrán y García Hernández, construyeron “una maquinaria avasalladora” para realinear ideológicamente el país y redefinir el futuro.

ANDY ‘OFICIALIZARÁ EL CONTROL’

En las próximas semanas, cuando asuma como secretario general dentro de Morena, López Beltrán oficializará el control que ya tiene sobre varias estructuras de poder en el país, la cuales, de acuerdo con Riva Palacio, “afianzó en las últimas elecciones” en la Ciudad de México, Veracruz y Tabasco, donde operó a favor de Clara Brugada, Rocío Nahle, y Javier May, respectivamente.

Un dato relevante en la columna del analista político es que Andy operó con el grupo de radicales dentro de Morena en contra de la hoy presidenta electa, Claudia Sheinbaum, quien según ha revelado en otras columnas, no tiene buena relación con el llamado grupo de los “duros” del obradorismo que, entre otros, encabeza Ramírez Cuevas.

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La Secretaría de Organización de Morena, que ocupará el segundo hijo de López Obrador, es la encargada de los asuntos electorales. Mientras que Luisa María Alcalde será la dirigente nacional de Morena.

Sin embargo, la llegada de Andy dentro de la organización del partido fundado por su padre, no es para reforzar a Alcalde, asevera Riva Palacio, “sino para evitar que su debilidad política e inexperiencia obstaculicen la cohesión del partido y la ruta del proyecto multisexenal obradorista”.

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