¿Cuánto gana un sicario en México?... cuál es el perfil psicológico para enrolarse en los cárteles del narcotráfico

Los sicarios y las secretarias bilingües tienen algo en común: ambos perciben un salario mensual promedio de entre 10 mil y 12 mil pesos. El reducido costo de un asesinato en México es desconcertante.

El salario de un sicario no sólo garantiza la completa confidencialidad en el asesinato y la desaparición del cuerpo, sino lealtad vitalicia y en ocasiones, servicios alternos de vigilancia y protección.

¿QUÉ ES UN SICARIO Y CUÁNTO GANA?

De acuerdo con la Real Academia de la Lengua Española (RAE), un sicario es “una persona contratada para matar”, aunque algunos también fungen como guardaespaldas de los jefes de plaza o de los líderes de las organizaciones criminales.

Asesinos a sueldo en otras regiones del mundo encontrarían los salarios mexicanos de risa. Un estudio del Instituto Nacional de Criminología del Sur de Australia demostró que el salario promedio de un sicario en dicho país es de 12 mil 700 dólares (poco más de 228 mil 600) y llega hasta los 76 mil dólares (1 millón 368 mil pesos) por encargo (CNN 2004).

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En 2019, el canal de YouTube Historias del Narco compartió las declaraciones de un presunto ex sicario del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), quien explicó que, al menos en dicho grupo criminal, pagan dependiendo de las acciones que se realicen y la lealtad que demuestren.

Aunque refirió que “se gana muy bien”, aclaró que “no todos aguantan” el ritmo de vida y los sacrificios que tienen que aceptar una vez que deciden unirse a las filas del crimen organizado.

“Pasan tiempo sin ver a su familia, semanas o meses, no todos aguantan, pues la demanda es tan alta que muchas veces tardan semanas o meses para volver a ver a sus familiares”, dijo, eso sin mencionar que, en ocasiones, no regresan con vida.

Las organizaciones criminales ofrecen diferentes sueldos a estos mercenarios, por ejemplo, el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), liderado por Nemesio Oseguera alias ‘El Mencho’, llega a pagar entre 30 mil y 50 mil pesos, de acuerdo lo que llegó a contar un recluta.

En cambio, los jefes de plaza o cabecillas del narcotráfico obtienen mayores ganancias, de entre 500 mil y un millón de pesos mensuales, lo cual contrasta con los puestos más bajos de la jerarquía criminal, ya que lo ‘halcones’ apenas si ganan entre 500 y 800 pesos por vigilar campos de producción o laboratorios.

No obstante, ese sueldo sería para los criminales de mayor rango. El Cártel de Sinaloa llega a pagar 8 mil pesos mensuales a sus nuevos ‘reclutas’, quienes realizan labores de sicarios y ‘halcones’ (vigilancia), de acuerdo con una investigación realizada por el semanario Zeta, quien consultó a jóvenes de un centro de rehabilitación en Mazatlán.

Los grupos criminales recurren principalmente al reclutamiento forzado para continuar integrando más personas a sus filas y en ocasiones, ni siquiera reciben un pago.

MERCADO LABORAL DE SICARIOS

De acuerdo a un estudio publicado el pasado 21 de septiembre en la revista Science y a cargo del investigador mexicano Rafael Prieto Curiel, los cárteles pueden reclutar entre 350 y 370 personas a la semana, ya sea de manera voluntaria o forzosa.

En dicha investigación también se refiere que, en 2022, el narcotráfico fue el quinto empleador del país, incluso por arriba de empresas conocidas como Bimbo, Oxxo y Coppel, con alrededor de 160 mil y 185 mil “empleados”.

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¿CUÁL ES EL PERFIL PSICOLÓGICO DE UN SICARIO?

La doctora en Psicología, Arcelia Ruiz Vázquez, determinó cuál es el perfil psicológico de los sicarios en México, luego de realizar una serie de entrevistas en entidades como Aguascalientes, Baja California, Chihuahua, Guerrero, Michoacán y Nayarit. A raíz de esto, enumeró cuatro perfiles: marginal, antisocial, psicopático y sádico.

De acuerdo con dicha investigación, los sicarios con un perfil marginal crecen en poblaciones de alta marginación, que hallan pocos puestos de trabajo en su lugar de origen y son “altamente manipulables”. Dentro del perfil antisocial se encuentran todas aquellas personas que crecen en ambientes llenos de crimen y pandillas, por lo general no tienen respeto por las normas sociales.

En tanto, los sicarios psicopáticos se desarrollan en ambientes donde se normaliza el crimen, cuentan con “disfuncionalidad en el apego, baja estimulación afectiva y algún trastorno psiquiátrico”. Finalmente se encuentra el perfil sádico, que tiene una inclinación a realizar torturas y ejecuciones, actos que pueden realizar por su “frialdad, crueldad y que, incluso, les generan placer”.