Pero no se puede decir...Que nadie podrá “quitarlos”. El señor Presidente lucha contra viento y marea por rebajar los sueldos de aquellos privilegiados funcionarios que ganan más que él, pero no es fácil, porque se defienden a capa y espada, al grado que algunos se han amparado, provocando una lucha frontal entre las partes, y es que esa costumbre de que tengan jugosos sueldos, no es de hoy, sino que viene de tiempo atrás, por lo que no hay que olvidar que en México, las costumbres se “hacen” leyes.