Despiden miles en Rusia al último líder soviético
MOSCÚ, RUSI.- Miles de personas hicieron fila ayer para despedir al exlíder soviético Mijaíl Gorbachov, que puso en marcha reformas drástica que ayudaron a poner fin a la Guerra Fría y precipitaron la desintegración de la Unión Soviética, en una ceremonia a la que no asistió el presidente de Rusia, Vladimir Putin.
La negativa del Kremlin a declarar un funeral de Estado refleja la incomodidad que despierta el legado de Gorbachov, venerado en todo el mundo por la caída del Telón de Acero pero vilipendiado por muchos en su país por el colapso soviético y la posterior crisis económica que arrastró a millones de personas a la pobreza.
Gorbachov, que murió el martes a los 91 años, será enterrado en el cementerio moscovita de Novodevichy junto a su esposa, Raisa, tras una ceremonia en la Sala de las Columnas de la Casa de los Sindicatos, una opulenta mansión del siglo 18 próxima al Kremlin que ha albergado funerales de Estado desde la época soviética.
En funeral, los asistentes pasaron junto al féretro abierto de Gorbachov, flanqueado por una guardia de honor, y depositaron flores mientras sonaba una música solemne. La hija de Gorbachov, Irina, y sus dos nietas, estuvieron sentadas junto al ataúd.
La modesta ceremonia contrasta con el lujoso funeral de Estado celebrado en 2007 por Boris Yeltsin, el primer líder ruso postsoviético, que ungió a Putin como su sucesor predilecto y sentó las bases para que ganara la presidencia tras su renuncia.