Infierno en Durango: sequía extrema causa pérdida de cultivos y migración, ¿y el Gobierno federal?

La pérdida en la producción agrícola y la muerte de hasta 25 mil 500 animales de ganado, han sido el resultado de una grave sequía en Durango. Esto provocó que la problemática trascienda a ser un fenómeno social, lo que terminó en la migración de la población.

Hasta el pasado 31 de enero, 19 de los 29 municipios del estado, lo que se considera el 40.6%, se encontraba en sequía excepcional. Según los datos recabados por el Monitor de Sequía en México, de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Durango tiene el mayor porcentaje de afectación en toda la República.

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Únicamente 12 localidades tienen sequía moderada o severa, el resto se encuentran catalogados en los dos niveles más altos: extrema o excepcional. Estos municipios con mayor gravedad representan el 22% del territorio.

José Ángel Beltrán, dirigente estatal de la Confederación Nacional Campesina (CNC), afirmó que se trata de una sequía extrema que ha afectado a todo el estado, particularmente a las zonas del semidesierto.

“Es una situación complicada”, describió Pedro Silerio, ingeniero agrónomo zootecnista, regidor en Duranto y exdirigente de la CNC.

De acuerdo con las estimaciones de Silerio, de 600 mil hectáreas, que siembran distintos cultivos, se ha perdido el 90% debido a la falta de agua. Por lo que ganaderos se han visto en la necesidad de vender sus animales, ya que no hay forrajes o pasto suficientes.

Rogelio Soto, presidente de la Unión Ganadera de Durango, expuso que la sequía ha orillado a los productores a despoblar su hato y venderlo: de septiembre a noviembre, los ganaderos vendieron entre 55 mil y 60 mil vacas.

“El año es incierto y crítico”, aseveró Soto, recordando la lluvia ligera que hubo entre noviembre y diciembre de 2023, lo que causó que ciertos pobladores dejaran de vender sus animales, tras la esperanza de que la sequía fuera desapareciendo.

“Tenemos que sacar entre 35 a 40% de 900 mil vacas, es lo que tenemos que despoblar. Entre 280 mil y 300 mil vacas. Si no lo hacemos, la naturaleza lo va a hacer: o se venden o se mueren”, comentó.

Beltrán señaló que existe una ausencia por parte del Gobierno federal al atender esta problemática. Asimismo, consideró que debería de haber un programa de subsidio de alimentos para el ganado.

“Lamentamos que sea insensible el Gobierno federal ante la problemática. Con la desaparición de instituciones que daban crédito a los productores, el fondo nacional de desastres es una situación de emergencia”, pronunció.

PRODUCCIÓN DE FRIJOL PERDIDA

Durango es uno de los cinco estados con más producción de frijol en el país. En 2022, según el Anuario Estadístico de Producción Agrícola del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), fue el segundo estado, junto a Zacatecas.

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Este tipo de producción es la principal fuente de ingresos y de trabajo para 40 mil habitantes, lo que ha repercutido en la disminución de la calidad de vida de los agricultores, por lo que han sido orillados a migrar.

Anualmente se siembran 70 mil hectáreas de frijol, en Guadalupe Victoria, unas 50 mil toneladas de producción. Sin embargo, en 2023 se perdió hasta el 80% de lo producido, según lo que declaró David Ramos, alcalde del municipio, quien también registró la muerte de 2 mil cabezas de ganado.

“No hay agua, no hay forrajes, los ganaderos están vendiendo su ganado a un precio muy bajo. Los venden por necesidad”, insistió el funcionario.

“El Gobierno federal no dio la declaratoria de emergencia, eso nos impide acceder a programas, que no sé si los haya, para un desastre natural”, lamentó.

Mientras la Federación ha abandonado al estado, según los expertos, Durango ha tratado de paliar la crisis al destinar este año 400 millones de pesos para hacer frente a la sequía, lo que representa un 150% más de lo que se autorizó en años anteriores para el campo.

El Gobierno estatal anunció programas piloto con diferentes cultivos dependiendo de la zona, mantener una entrega de suplemento alimenticio para el ganado, módulos de distribución de pastura, paquetes de huertos familiares y animales de traspatio, equipamiento para el abasto de agua; la entrega de semilla para siembra y el seguro catastrófico estatal.

A pesar de todos los esfuerzos, las medidas son insuficientes. “No son soluciones”, admitió el alcalde de Guadalupe Victoria.

LA MIGRACIÓN SE HA VUELTO UNA NECESIDAD

Los líderes agrarios coincidieron en que el golpe de la sequía ha acentuado a migración de la gente del campo por la falta de dinero para subsistir.

En Guadalupe Victoria, el alcalde David Ramos estimó que alrededor de 10% de la población en este municipio ha migrado, principalmente hacia Estados Unidos.

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El especialista agrario Pedro Silerio estimó que a nivel estatal el fenómeno de la migración podría ser más alto, pues mucha gente en Durango vive de sembrar.

“Al no tener cosechas, ni cómo mantener a su ganado, salen de sus comunidades. Se van a otros estados o a Estados Unidos, se va la gente porque cómo subsisten”, cuestionó.

Además de las pérdidas económicas y las consecuencias sociales, la sequía mantiene alerta otros problemas, como los incendios forestales y el desabasto de agua en zonas serranas que se surten de agua en manantiales.

Con información de El Universal.