Jacques Chirac, un político poderoso y amante de las mujeres

París, Francia.- Tras una continua mímica que denota amabilidad y dulzura se esconde un político poderoso y testarudo. El ex presidente francés Jacques Chirac impregnó durante más de 40 de sus hoy 79 años la vida política francesa, en la que desempeñó todos los papeles que pueden encarnarse sobre el escenario político. Estuvo en el campo de la izquierda, la derecha y de nuevo al centro, fue en ocasiones nacionalista y en ocasiones europeísta.

Pero ahora pasará a los libros de historia por otro motivo distinto, por una decisión judicial considerada también histórica, tras convertirse en el primer ex presidente francés en ser condenado a dos años de libertad condicional por malversación de fondos públicos y abuso de confianza durante su etapa como alcalde de París (1977-95), a comienzos de los años 90.

Se le acusa de haber contratado a más de una veintena de empleados, que eran amigos y compañeros de partido, a coste de las arcas públicas, que al parecer trabajaron en realidad para el partido de Chirac. En algunos casos, ni siquiera llegaron a prestar contraprestación alguna.

Una mirada atrás en su biografía muestra a un político que marcó la política francesa durante 40 años, 12 de ellos en el Elíseo como presidente (1995-2007).

Nacido en París en 1932, estudió en la universidad de elite ENA y comenzó su carrera política interna al lado del ex presidente Georges Pompidou, que había sido antes su maestro. Se convirtió en secretario de Estado de Asuntos Sociales, en 1967, y después de Economía y Finanzas (1968/69) para acabar como ministro de Agricultura entre 1972 y 1974.

Ese año fue primer ministro por primera vez bajo la presidencia del liberal de derecha Valéry Giscard d'Estaing, pero las tensiones que surgieron entre ambos llevaron en 1976 a la dimisión de Chirac. Volvió a ser jefe de gobierno con el socialista François Mitterrand (entre 1986 y 1988), después de que su partido RPR, de ideología neogaullista ganara las parlamentarias.

En la memoria queda también su imagen de casanova que besó las manos de Brigitte Bardot, así como sus encendidos discursos contra los abusos de la globalización. Chirac fue también el primero en disculparse por la colaboración del régimen de Vichy en la deportación de judíos y se posicionó firmemente contra la política estadounidense en Irak.