Papa exige respeto para los inmigrantes

Internacional
/ 22 septiembre 2015

    Benedicto XVI se refirió implícitamente a la reciente matanza de varios cristianos coptos en Egipto, en un aparente ataque de musulmanes

    El Papa exigió este domingo respeto para los inmigrantes "personas con derechos y deberes", en referencia a los recientes disturbios en Calabria, donde trabajadores africanos fueron evacuados tras días de enfrentamientos con la población local.

    "Cada migrante es un ser humano. Es necesario respetarlos, así como deben ser respetados los derechos y los deberes de todos", dijo Benedicto XVI tras el rezo dominical del Angelus desde el balcón del Palacio Apostólico y ante miles de fieles reunidos en la plaza de San Pedro.

    "La violencia no debe ser nunca para nadie, para nadie, la vía para resolver las dificultades. El problema es antes que nada humano. Invito a mirar el rostro del otro y a descubrir que tiene una alma, una historia de Dios que lo ama, como me ama a mí", declaró.

    "Es necesario partir del centro del problema: cada migrante es un ser humano, diferente por cultura, religión e historia, pero es siempre una persona a la que hay que respetar, con derechos y deberes de respetar", añadió.

    Reiteró que los migrantes son víctimas de "la tentación de la explotación".

    "Dos hechos han llamado en modo particular mi atención en los últimos días: en primer lugar el caso de la condición de los migrantes que buscan mejores condiciones en países que los necesitan, y las situaciones de conflicto en varias partes del mundo en donde los cristianos son objetos de ataques a menudo violentos", añadió.

    En el segundo caso Benedicto XVI se refirió implícitamente a la reciente matanza de varios cristianos coptos en Egipto, en un aparente ataque de musulmanes.

    "La violencia contra los cristianos en varias partes del mundo causa rechazo, la diversidad religiosa no puede nunca justificar la violencia y no puede existir violencia en nombre de Dios", señaló.

    Pidió que las instituciones "no olviden sus responsabilidades".

    Previamente el pontífice celebró en la capilla Sixtina el bautismo de 14 niños, hijos de empleados del Vaticano.

    "Nos reconocemos como hermanos a partir de la humilde, pero profunda conciencia del hecho de que todos somos hijos del único Padre celeste", afirmó.

    "La fraternidad no se puede establecer mediante ideología, ni mucho menos por decreto de algún poder constituido. Como cristianos tenemos el don y el compromiso de vivir como hijos de Dios y como hermanos, para ser como semilla de humanidad nueva, solidaria y rica de paz y esperanza", agregó.

    Según Benedicto XVI, con el bautismo "el hombre se vuelve realmente hijo de Dios, porque a partir de él su existencia consiste en alcanzar en modo libre y consiente lo que desde el inicio recibió como un don".

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