15 años después, Srebrenica es un valle de lágrimas
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En el cementerio estatal en Visoko, cerca de Sarajevo, hay alineados 734 ataúdes. En ellos hay partes de 734 personas rescatadas de las llamadas fosas comunes secundarias.
Srebrenica, Bosnia.- Incluso 15 años después del genocidio en Srebrenica el 11 de julio de 1995, la pequeña localidad en el oriente montañoso de Bosnia sigue siendo un valle de lágrimas. Hace menos de un mes se encontró otra fosa común con 13 cadáveres.
En un lapso de 40 días, durante los días cálidos de la primavera, seis personas aún traumatizadas se quitaron la vida, según cuenta la terapeuta Ajla Selimadzovic. Si bien se reconstruyeron dos mezquitas y una iglesia ortodoxa, muchas casas destruídas siguen definiendo el perfil de la ciudad.
En el cementerio estatal en Visoko, cerca de Sarajevo, hay alineados 734 ataúdes. En ellos hay partes de 734 personas rescatadas de las llamadas fosas comunes secundarias. Tras el asesinato de alrededor de 8.000 hombres jóvenes y adultos musulmanes, los serbios volvieron a abrir las fosas comunes con grúas y repartieron su contenido en nuevas sepulturas. De esta forma, buscaban ocultar la masacre. Es por eso que la mayoría de los ataúdes hoy día no contienen esqueletos completos.
Los ataúdes de Visoko encontrarán su lugar final el 11 de julio en el memorial de la localidad de Potocari, cerca de Srebrenica. Allí fueron enterradas hasta ahora 3.749 víctimas identificadas del mayor crimen de guerra en Europa desde 1945.
Filas interminables de lápidas blancas de mármol dan una idea de la magnitud de la masacre. Unas 4.500 bolsas con cadáveres aguardan aún en la ciudad de Tuzla. Contienen los restos de 4.500 muertos en la guerra oriundos de Srebrenica y de otras partes. En la morgue del cementerio en Visoko hay otras 400 bolsas blancas y algunas ya están allí desde hace más de cinco años.
Antes de la guerra civil (1992-1995), los musulmanes representaban tres cuartos de los alrededor de 40.000 habitantes. Hoy día los serbios son, con el 60 por ciento, mayoría. Se estima que hoy día hay unos 15.000 habitantes. El desempleo es oficialmente del 54 por ciento. Según fuentes no oficiales, es mucho mayor. Las fábricas siguen estando en ruinas. Numerosas iniciativas financiadas con dinero extranjero intentan dar trabaj al menos a algunas personas. "Pudimos ayudar a independizarse a 30 personas", afirma orgullosa Dragana Jovanovic de los "Amigos de Srebrenica".
Srebrenica ("Ciudad Plateada") alguna vez fue famosa por sus minas de metales preciosos y sus aguas termales. Su gobierno volvió a cuestionar hace poco que haya habido allí un genocidio. Reconoce que murieron unas 3.500 personas en combates en Srebrenica, pero agrega: "No podemos ni nunca vamos a aceptar que esto sea catalogado como genocidio", según afirma el jefe de gobierno serbobosnio Milorad Dodik, quien quiere enviar una comisión al memorial de Potocari.
"¡Inconcebible! Los carniceros niegan el genocidio!", dice indignada Hatidza Mehmedovic. "Esta gente no tiene derecho a pisar nuestro cementerio, es nuestro santuario", afirma la presidenta de la organización de víctimas "Madres de Srebrenica". "Ninguna de nosotras las madres reconoce la República Serbia en Bosnia porque fue construida sobre la sangre de nuestros familiares y sobre el genocidio". "Si viene hasta aquí la comisión Dodik no salen con vida", agrega.