Piñera, el millonario que será presidente
COMPARTIR
TEMAS
Sebastián Piñera asumirá este jueves como presidente de Chile; es uno de los hombres más ricos de su país, de ideología derechista liberal, y cuya primera prioridad será reparar los daños dejados por el terremoto
Durante 20 años el acaudalado empresario derechista Sebastián Piñera buscó la presidencia de Chile. Finalmente, el jueves cristalizará su sueño al jurar como nuevo presidente en reemplazo de la médico pediatra socialista Michelle Bachelet.
En las últimas dos décadas, Piñera consolidó una fortuna estimada en 2 mil millones de dólares gestada a fines de los años 70 y comienzos de los 80, en plena dictadura militar.
Sebastián Piñera Echenique, de 60 años, se convierte en el primer mandatario derechista en 52 años en ser electo por los chilenos. Y desplaza a una coalición de centroizquierda que tuvo a su última gobernante a la primera mujer en ser elegida y que, además, abandona su puesto con una popularidad histórica del 84 por ciento.
Aunque apoyó como jefe de campaña presidencial en 1989 la candidatura presidencial del ministro de Hacienda Hernán Buchi, delfín del fallecido ex dictador Augusto Pinochet, Piñera se declaró contrario, un año antes, a la continuación en el poder del entonces jefe de estado chileno.
Piñera representa lo que algunos analistas describen como una derecha más liberal, que se ha desentendido de la pasada dictadura criticando las violaciones a los derechos humanos durante el régimen de 16 años y medio de Pinochet.
Pero Piñera llega al poder acompañado de sus compañeros de ruta de la Unión Demócrata Independiente (UDI), el sector ultraderechista y que participó durante la gestión de Pinochet.
Senador y más tarde presidente de Renovación Nacional, que le sirvió de plataforma para su aspiración presidencial. En 2006 superó en votación a su contrincante derechista Joaquín Lavín, militante UDI, quien ahora será su ministro de Educación, pero fue derrotado en segunda ronda a la socialista Michelle Bachelet.
Finalmente, llegó a la presidencia apoyado en una alianza entre los dos partidos derechistas al derrotar en segunda ronda el 17 de enero al candidato oficialista y ex presidente Eduardo Frei.
Ahora, Bachelet será la que le entregará el mando y con ello la derecha desplazará del poder a la coalición de centro-izquierda que ejerció el poder por 20 años, tras la dictadura.
''Se inicia un nuevo Chile'', ha proclamado el nuevo mandatario, quien ha admitido muchos avances en estos 20 años, pero que critica el adormecimiento en que habrían caído los gobernantes desplazados.
Pero sus propósitos de acelerar el crecimiento económico, de crear un millón de empleos y de controlar la inseguridad y la delincuencia creciente, se enfrentarán a las exigencias que le planteará a su gobierno de cuatro años la tarea de reconstrucción del país tras el devastador terremoto y tsunami del 27 de febrero.
Su prioridad, según anticipó, será la reconstrucción y a ella dedicará sus mayores esfuerzos cambiando algunos de sus planes de gobierno.
Ingeniero comercial, padre de cuatro hijos, Piñera tiene un doctorado en la Universidad de Harvard. Hiper activo, se le apodaba ''La Locomotora'' por su ímpetu para abordar todas las tareas que emprende. Así fue también como ha acumulado una gran fortuna que lo convierten tal vez en el hombre más rico de Chile.
Ese es, sin embargo, uno de los flancos de ataque de sus críticos por el conflicto de intereses, que ha procurado ir despejando a medias con la venta del 15% de la propiedad accionaria de la aerolínea LAN. Posee otro 11% cuya enajenación postergó para después de su asunción y que pasen los efectos bursátiles del sismo.
Piñera es propietario además de una serie de empresas e incluso compró un importante paquete accionario de Colo Colo, el club de fútbol más popular del país, no obstante que era simpatizante de otro equipo, Universidad Católica.
Su difícil compromiso de crear un millón de empleos y de acelerar el crecimiento desde ya se ven difíciles de cumplir por la millonaria demanda de reconstrucción impuesta por el terremoto y tsunami. También la pretensión de doblar en diez años el ingreso per cápita de 12 mil dólares.