Aplauden cristianos a McCain

WASHINGTON, D.C.- Para responder a preguntas formuladas por uno de los pastores evangélicos más influyentes de Estados Unidos, tanto el candidato presidencial republicano John McCain como su rival demócrata Barack Obama recurrieron a anécdotas y usaron cierta filosofía.

Ambos candidatos fueron recibidos con calidez por el público el sábado por la noche, pero las respuestas de McCain recibieron muchos más aplausos que las de Obama.
Uno de los tópicos más importantes fue el del aborto.

Mientras McCain dijo que los derechos humanos comienzan "en el momento de la concepción", Obama reiteró su respaldo al aborto legal, aunque también expresó la necesidad de adoptar medidas enérgicas para reducir la cifra de embarazos indeseados.

Apoyo a republicanos

Como moderador estuvo el reverendo Rick Warren, quien interrogó a los senadores por Arizona y por Illinois de manera separada en su iglesia Saddleback Church, de California, que asegura contar con 23 mil miembros.

La derecha religiosa ha respaldado en buena medida al Partido Republicano. Muchas de las posiciones de McCain están más cercanas a los cristianos conservadores, que abarcan alrededor de una cuarta parte del electorado estadounidense. Ese sector contribuyó a la elección del presidente George W. Bush tanto en 2000 como en 2004.

Los aplausos para McCain fueron atronadores cuando anunció su decisión de perseguir a Osama bin Laden "hasta las puertas del infierno".

Warren los confiesa

El reverendo Rick Warren creó el ambiente apropiado para que Barack Obama y John McCain confesaran, en horario de máxima audiencia, que habían pecado, al entrevistarlos sobre fe, religión y creencias.

"Mi peor pecado ha sido el egoísmo. Durante mi juventud experimenté con drogas, bebí... hice todo eso porque sólo pensaba en mí, por mi incapacidad en centrarme en los demás", afirmó Obama.

En tanto, John McCain confesó, apenas unos minutos después de sustituir a Obama en el escenario, que su mayor error moral lo cometió también de joven, cuando fracasó su primer matrimonio.

"Soy una persona muy imperfecta, pero creo que aquello fue mi mayor fallo moral", dijo McCain, en una rara referencia a su matrimonio con Carol Shepp, una modelo de Filadelfia con la que se casó poco antes de partir a la Guerra de Vietnam, donde fue apresado y permaneció prisionero durante cinco años.

Durante su ausencia, Carol Shepp sufrió un grave accidente que la dejo desfigurada. Cuando McCain regresó de Vietnam hecho un héroe de guerra y una celebridad, relanzó su carrera militar, y comenzó una relación extra matrimonial con Cindy Lou Hensley, una rica heredera que poco después se convertiría en su esposa.