Avanza Paloma por el norte de Cuba tras debilitarse

Internacional
/ 2 marzo 2016

    El fenómeno ya se ubica en Camagüey después de haber perdido su fuerza al causar varios daños materiales en la isla

    El huracán Paloma, que arrasó con centenares de viviendas en la costa sur de Cuba antes de perder fuerza rápidamente sobre la isla, sin causar muertes, avanzaba el lunes por la costa norte del centro del país.

    Cerca de la medianoche del domingo, el centro de Paloma estaba a 70 kilómetros (40 millas) al norte de Camagüey. Antes de llegar a Cuba, tenía ráfagas de hasta 233 kph (145 mph) , pero se había debilitado y ahora sus ráfagas de viento eran de 45 kph (30 mph) . El meteoro avanzaba en dirección norte a unos cinco kph (tres mph) .

    Los primeros informes sobre daños fueron limitados, pero la prensa estatal de Cuba dijo que el huracán, uno de los últimos de la temporada, derribó una importante torre de comunicaciones en la costa sur, interrumpiendo servicios de electricidad y telefónicos, además de enviar oleajes que avanzaron hasta mil 500 metros (una milla) tierra adentro, destruyendo una comunidad costera cerca de donde azotó.

    Paloma tocó tierra cerca en las últimas horas del sábado como un huracán muy peligroso, de categoría 4, pero luego se debilitó hasta convertirse en tormenta tropical.

    El Centro Nacional de Huracanes en Miami pronosticó que los remanentes de Paloma salgan de Cuba por la costa norte en la mañana del lunes.

    Santa Cruz del Sur, por donde pasó el vórtice del huracán, fue una de las áreas más castigadas a nivel nacional. En una gira por la zona el vicepresidente José Ramón Machado Ventura dijo que en otros lugares también hay daños, ''pero aquí el daño es mayor''.

    El escenario era desolador. La mayoría de las casas se convirtieron en una mezcla de madera y fango, mezclados con ropa, mesas, sillas, ventiladores y las pertenencias de los habitantes conseguidas tras años de trabajo.

    Javier Ramos reconstruyó su hogar, una casa sencilla de madera, luego que el huracán Ike la destruyó a comienzos de septiembre. Ahora Paloma destruyó su vivienda otra vez.

    ''Al menos estamos vivos'', dijo Ramos, ''Pero mi esposa todavía no ha visto esto. No sé cómo va a reaccionar. va a ser terrible''.

    A Yulaidi Alcalá, oficinista de 22 años, sólo le quedaban un par de bombillas que tenía en la mano y la ropa que llevaba puesta. ''El dolor es tan grande, he llorado tanto; lo perdí todo, todo. No sé qué pensar, sólo vivir con la esperanza de que alguien nos ayude, el gobierno lo espero'', afirmó.

    Para Juan Carlos Estrada, de 33 años, el desastre tiene una explicación: ''Las construcciones no son sólidas, eso no da más. La historia se repite, ¡qué fatalidad!''.

    ''Aquí no se puede construir más creo yo, vamos a ver ahora qué pasa con los que perdimos todo aquí, porque hay gente albergada desde el ciclón Dennis en el 2005'', agregó Estrada.

    Cuando Paloma llegó a tierra causó olas de más de tres metros (nueve pies) en Santa Cruz del Sur. Autoridades de la defensa civil dijeron que en conjunto unas 435 viviendas en la comunidad fueron destruidas.

    Los daños a la red eléctrica fueron muy inferiores a los causados por los huracanes Gustav e Ike a fines de agosto y comienzos de septiembre, informó el domingo Vicente de la O, de la empresa nacional de electricidad de Cuba, a la emisora estatal de televisión.

    En Camagüey, una provincia del centro-este de Cuba, más de 220 mil personas evacuaron las zonas bajas. Otras 170 mil fueron llevadas a la provincia oriental de Las Tunas.

    El gobierno de Cuba reubica de manera regular a gran cantidad de personas en tierras altas antes de tormentas tropicales y huracanes. Eso ha evitado una gran pérdida de vidas.

    En un ensayo publicado el sábado en los medios cubanos de prensa, el ex presidente Fidel Castro advirtió que Paloma podría hacer más lerdos los esfuerzos para recuperarse de Gustav e Ike, que causaron enormes daños a fines de agosto y en septiembre.

    Se estima que esos huracanes destruyeron una tercera parte de las cosechas de Cuba. Los daños ascendieron a 9.400 millones de dólares.

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