En Galveston las autoridades temen descubrir víctimas
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Las autoridades del balneario de Galveston (Texas, sur) esperaban con angustia el sábado de mañana descubrir numerosas víctimas una vez que se calme el huracán Ike y permita que los bomberos constaten los daños.
"Esto resultó fácil hasta ahora", declaró un bombero refugiado en el hotel más sólido de la ciudad. "Pero juntar los cuerpos será harina de otro costal, visto el número de llamados que recibimos ayer, cuando no podíamos ir a ninguna parte".
Los bomberos decidieron el viernes a las 21H00 locales (02H00 GMT) no desplazarse más en respuesta a los llamados, teniendo en cuenta la fuerza de los vientos. A pesar de la orden de evacuación lanzada el jueves, centenares, si no miles, de residentes decidieron desafiar al huracán en Galveston.
"No tenemos aún devaluación de los daños, pero recibimos un centenar de llamados de gente desesperada que se encerró en sus refugios", declaró a la AFP el portavoz de la alcaldía.
Una habitante de la ciudad, también refugiado en el hotel con otro millar de personas, consideró que Ike era aun más devastador que los huracanes Carla y Alicia de 1961 y 1983. "Jamás vi un huracán parecido. La extensión de los gastos superará la imaginación", declaró Diane Thiel, de 62 años.
