45 mil flores sembradas en Washington visibiliza a las víctimas por la violencia con armas

En el evento se puede ver como a Gabby Giffords, excongresista demócrata herida gravemente en un tiroteo que le dejó secuelas, no le tembló la voz cuando exigió “audacia y valentía” para acabar con el problema de las armas de fuego en Estados Unidos.

Se lo pidió a sus excompañeros del Partido Demócrata, muchos de ellos la acompañan durante la presenta del memorial que su fundación trajo de regreso a Washington tras un año recorriendo varias ciudades del país.

Así mismo, tanto como activistas como supervivientes de la violencia ocasionada por las armas que asistieron a este evento hablaron sobre su experiencia luchando contra la devastación que provocan los tiroteos en sus comunidades.

Cada año fallecen en Estados Unidos más de 40,000 personas por disparos, cifra que el año pasado se incrementó a 45,000.

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Esas últimas 5,000 vidas que se perdieron como consecuencia a la violencia con armas de fuego están representadas por 5,000 flores naranjas que fueron añadidas al memorial de flores blancas en Washington.

En otro dato, los tiroteos fueron la principal causa de muerte entre niños y adolescentes en 2020, según informes de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.

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Si bien, la atención de los medios está focalizada sobre todo en tiroteos masivos como el de Uvalde en Texas, en donde un joven de 18 años armado con un rifle semiautomático asesinó privó de la vida a 19 estudiantes y dos maestras en una escuela primaria, la mayoría de estos menores pierden la vida en incidentes mucho más pequeños.

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Esta es la razón por lo que la mayoría de los activistas intentan de poner en el centro de la atención el problema de las armas de fuego como un problema de salud pública, una epidemia de violencia armada que debe ser atajada por políticas y financiación específicas.

“Lo que pido son inversiones. En mi comunidad no puedes encontrar un buen trabajo para la gente joven en más de 10 millas (16 kilómetros) a la redonda”, comentó Derrick Lewis, organizador nacional del equipo de Juventud y Universidades de la Asociación Nacional para el Progreso de la Gente de Color (NAACP).

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Por su parte, Lewis, de 27 años, lleva desde que se graduó dedicado al problema de la violencia armada.

Durante su discurso en el Monumento Nacional a la Violencia Armada en el National Mall leyó una lista de amigos y familiares que no pudieron llegar a cumplir los 28 años que fallecieron en tiroteos en su comunidad del estado de Texas.

“Deberíamos darle atención a los políticos, porque deben responder por sus actos de manera pública, pero su trabajo no está aquí fuera. Su trabajo está en la Casa Blanca, en el Congreso, donde se pueden cambiar las políticas”, opinó el joven activista. “Dejadnos esto de aquí fuera a nosotros, y ocupaos vosotros de cambiar las cosas dentro”, añadió.

En tanto que Chris Murphy, el senador que lidera las conversaciones entre demócratas y republicanos para aprobar una legislación de control de armas en el Senado, aseveró que “el mundo está pendiente” de lo que decidan por la repercusión del tiroteo de Uvalde. “Pero en este país”, comentó. “Hay una masacre cada noche. Solo en Estados Unidos te despiertas una mañana con la noticia de que 110 personas han muerto por disparos el día anterior”, añadió.

Por otra parte, la congresista Lucy McBath, cuyo hijo de 17 años murió por disparos en 2014, expresó que “estas 45.000 rosas representan el inquietante número de muertos de nuestra epidemia de violencia con armas singularmente estadounidense”.

En el evento también estuvieron presentes los líderes de los demócratas en el Congreso, Nancy Pelosi y Chuck Schumer, quienes están aprovechando la atención mediática derivada por las recientes tragedias para aprobar una mínima legislación que permita limitar el acceso a las armas de fuego en el país.

Si bien, muchos son escépticos de que se pueda lograr que salga adelante cualquier legislación debido al bloqueo republicano en el Senado, para Greg Jackson, director ejecutivo del Fondo para la Acción por la Justicia Comunitaria (CJAF), ahora es el momento.

“Necesitamos una estrategia amplia que tenga en cuenta la proliferación de armas en nuestras comunidades más vulnerables, que es donde las empresas de venta de armamento están teniendo sus mayores beneficios”, aseveró Jackson. “Y hasta que nuestros políticos no se den cuenta de eso vamos a seguir lidiando con esto”, concluyó.

Con información de la Agencia EFE.