50 años del Domingo Sangriento en Irlanda del Norte
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El domingo se conmemoraron los 50 años del “Domingo Sangriento” con el que la ciudad de Derry, también conocida como Londonderry en Irlanda del Norte recuerda a las personas que murieron a manos de soldados del Ejército británico.
El barrio católico del Bogside, donde sucedió escenario la masacre, volvió a ser el epicentro de uno de los de los episodios más dolorosos del conflicto en Irlanda del Norte, que ya fue superado, en parte, por los esfuerzos de las familias para limpiar la memoria de las víctimas.
“Ha sido un viaje largo y duro, durante el que hemos tenido muchos aniversarios y hemos aprendido cómo celebrar nuestros logros. Eso quedará reflejado en el conjunto de eventos que hemos programado para esta fecha tan especial”, expresó a Efe Tony Doherty, presidente de la fundación Domingo Sangriento, cuyo padre, Patrick, murió aquel 30 de enero de 1972.
En poco más de diez minutos, los soldados británicos dispararon más de 100 proyectiles de bala contra civiles indefensos, hasta terminar con la vida de 14 personas.
“Recuerdo ese día con mucho dolor, recuerdo cuando nos confirmaron que mi padre había muerto. Pero los días siguientes fueron casi peores, con el silencio y el shock que se apoderó del barrio”, explica Doherty. Después de los hechos, añade, llegó la “frustración, ira, incredulidad”, debido a que “a la masacre le siguió una campaña de mentiras orquestada por el Gobierno británico” con el propósito de desacreditar a las víctimas y defender que los soldados mantuvieron un “enfrentamiento con el IRA”.
Esta versión fue la oficial a raíz de la investigación desarrollada en 1972 por Lord Widgery que, y que está carente de toda imparcialidad, en la que se llegó a la conclusión que los militares respondieron con fuego a la agresión de terroristas de un Ejército Republicano Irlandés (IRA).
Derivado de esta masacre sirvió para engrosa las filas del IRA y “cientos de jóvenes de mi generación nos alistamos”, evoca Doherty, quien pasó cuatro años en la cárcel tras intentar atentar con una bomba de fabricación casera.
Doherty decidió cambiar de la acción armada al activismo pacífico, uniéndose al Fideicomiso del Domingo Sangriento para lanzar en 1992 junto a las otras familias una campaña para exigir al Gobierno de Londres una nueva investigación.
Tras de 38 años , el llamado Informe Saville atribuyó en 2010 de “injustificada e injustificable” la actuación de los soldados, quienes sabían además que estaban ofreciendo “falsos testimonios” al tribunal de lord Widgery. David Cameron, entonces primer ministro británico, pedó perdón a las familias y destacó que todos los fallecidos y heridos en el “Domingo Sangriento” no eran miembros del IRA, sino civiles inocentes.
El fideicomiso organizó un acto en el Monumento de Lecky Road ayer domino, en el Bogside, con el propósito de recordar a Gerald Donaghey, de 18 años, víctima del “Domingo Sangriento”: “Gerald siempre recibe una mención especial y seguimos defendiendo su caso de manera individual”, puntualiza Doherty.
Actualmente los activistas tienen un frente abierto con Boris Johnson, primer ministro británico, debido a que presentó el pasado mayo una propuesta de ley con la que concedería una amnistía a los militares que sirvieron en Irlanda del Norte durante el conflicto, una medida que se aplicaría también a los paramilitares. De ser aprobada, esta nueva legislación paralizaría los posibles procesos contra los militares implicados en el “Domingo Sangriento”.
Por su parte, la fiscalía norirlandesa decidió en julio del 2020 retirar los cargos presentados contra el “Soldado F” debido a que no hay una perspectiva razonable de obtener una condena. “El ‘Soldado F’ es un asesino múltiple que está siendo protegido por el Estado británico y su propio regimiento, lo que es injusto y equivocado. Las familias creen que aún debe de hacerse justicia”, asegura Doherty.
Con información de la Agencia EFE.