Black Lives Matter muestra su músculo y su influencia de cara a elecciones en EU
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La influencia del movimiento Black Lives Matter está a prueba de cara a las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos el 3 de noviembre.
Black Lives Matter es muchas cosas en su corta e intensa vida. Ha sido una consigna, un punto de encuentro. Un movimiento que produjo protestas de costa a costa, exigiendo que Estados Unidos adopte una postura seria para prevenir la muerte de afroestadounidenses a manos de las autoridades. Un recurso enviado del cielo para personas como Helen Jones, quien busca desesperadamente justicia luego de que su hijo falleció en una prisión del condado de Los Ángeles.
“Black Lives Matter nos salvó, porque no teníamos a nadie”, dijo Jones.
Ahora, la influencia del movimiento está a prueba, mientras los votantes de las elecciones presidenciales del país consideran a los candidatos que apoyaron o criticaron al Black Lives Matter en medio de un reconocimiento a nivel nacional de la raza.
“Somos una organización muy joven con mucha visibilidad en un periodo muy corto de tiempo”, comentó Patrisse Cullors, una de los tres fundadores del BLM, a The Associated Press. Sería “falso”, señaló, que alguien dijera que se debe "sólo por lo que pasa alrededor de este ciclo electoral”.
Y de hecho, muchos candidatos republicanos y demócratas que buscan un puesto a nivel federal, estatal y local se han movido hacia el centro de la política o más hacia la derecha, dejando claro que “respaldan al azul”, o sea, a las fuerzas del orden, o que rechazan los llamados a quitar fondos a la policía. Ni el presidente Donald Trump ni el candidato demócrata a la presidencia Joe Biden reducirían los presupuestos policiales en las comunidades locales.
Sin embargo, hay razones para que los seguidores del BLM se sientan optimistas, señalaron algunos activistas. El grupo dispone de dinero, el cual está utilizando con la esperanza de tener un papel importante en los comicios.
Hay un creciente número de candidatos que han sido nutridos, inspirados o respaldados por el movimiento. Por ejemplo, los residentes de la zona metropolitana de Saint Louis están seguros de que votarán por Cori Bush, una manifestante de Ferguson que busca un escaño en el Congreso federal.
“Por primera vez, la gente puede escuchar y considerar a candidatos que saldrán y reconocerán el hecho de que la policía comete delitos contra personas de raza negra o morenos”, dijo Tiffany Cabán, organizadora del Partido de Familias Trabajadoras y quien ayudó a que el partido reclutara a fiscales con ideas progresistas.
En un abrir y cerrar de ojos, el BLM ha pasado de ser un hashtag en las redes sociales a un movimiento sumamente influyente y a una organización con millones de dólares a su disposición para impulsar los mensajes sobre quitarle fondos a los departamentos de policía como una forma para abordar el racismo sistemático.
El movimiento empezó hace apenas siete años, en medio de la ira de sus organizadores por la absolución de George Zimmerman, el hombre de Florida que mató a Trayvon Martin, de 17 años.