Científicos adelantan el reloj del Día del Juicio Final a 100 segundos del Apocalipsis
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Se trata de la hora más cercana al ‘fin del mundo’ desde la creación del reloj después de la Segunda Guerra Mundial
Científicos que son miembros del Boletín de la Junta de Ciencia y Seguridad adelantaron el Reloj Doomsday o del Día del Juicio Final a 100 segundos del Apocalipsis.
Se trata de la hora más cercana al ‘fin del mundo’ desde la creación del reloj después de la Segunda Guerra Mundial.
La humanidad enfrenta dos peligros a la vez: la guerra nuclear y el cambio climático, que a decir de los científicos se agravan por una guerra de información cibernética que socava la capacidad de respuesta de la sociedad y porque los líderes mundiales han permitido que la infraestructura política internacional para gestionarlos se erosione.
“(Estamos) advirtiendo explícitamente a los líderes y ciudadanos de todo el mundo que la actual situación de seguridad internacional es más peligrosa que nunca, incluso en el apogeo de la Guerra Fría”, detallaron los científicos.
Para revertir o al menos aminorar la cercanía al apocalipsis, se recomienda a los líderes estadounidenses y rusos que vuelvan a la mesa de negociaciones para restablecer el Tratado sobre Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio o tomar acciones para frenar la carrera armamentista innecesaria de misiles de mediano alcance.
Asimismo, que todos los países retomen el compromiso de frenar el aumento de la temperatura global, a menos de dos grados centígrados, conforme al Acuerdo de París.
Los científicos también piden a los estadounidenses que exijan la acción climática de su gobierno, insistir a Donald Trump que reconozca el cambio climático y actúe en consecuencia.
“La situación de seguridad global es insostenible y extremadamente peligrosa, pero esa situación puede mejorarse si los líderes buscan el cambio y los ciudadanos lo exigen”, afirmaron.
El Doomsday Clock fue creado en 1947 para advertir al público sobre lo cerca que está la humanidad de destruir al planeta Tierra con tecnologías peligrosas de propia creación.
“Es una metáfora, un recordatorio de los peligros que debemos abordar si queremos sobrevivir en el planeta”, señala The Bulletin of the Atomic Scientists.