Ciudades esponja, un modelo urbanístico con el que se busca evitar que el agua de las lluvias inunde las ciudades

Internacional
/ 21 septiembre 2024

ONU-Habitat señala que con las ciudades esponjan se busca evitar que el agua de lluvia inunde las urbes, en tanto se llevan acabo acciones más eficientes de conservarla para su eventual reutilización

De acuerdo con el sitio web de ONU-Habitat, la idea de lo que es una “ciudad esponja” simboliza un buen ejemplo para mejorar los “suministros de agua urbanos SbN a gran escala”, tomando en cuenta llevar acabo “enfoques de infraestructura verde en paisajes urbanos, principalmente para mejorar la disponibilidad de agua”.

Siendo así, que a través del desarrollo de ciudades esponja es posible poder encarar un problema por el que los planificadores urbanos han batallado por mucho tiempo; es decir, lograr evitar que el agua de lluvia termine por inundar las urbes, en tanto se llevan acabo acciones más eficientes de conservarla para su eventual reutilización.

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Para poder alcanzar este objetivo, es esencial, explica ONU-Habitat, “La aplicación de soluciones basadas en la naturaleza, como techos verdes, pavimentos permeables y biorremediación, junto con la restauración de humedales y ríos urbanos y periurbanos, buscan mitigar los impactos negativos de la urbanización sobre los ecosistemas naturales”.

Así también, detalla ONU-Habitat, tanto los jardines pluviales como los “sistemas de biorretención” son usados con el propósito de “recolectar la escorrentía”, es decir, el agua de lluvia que circula de manera libre sobre la superficie de un terreno, y “eliminar ciertos contaminantes”; de esta forma una parte de esta agua “se regresa al sistema natural y se almacena para garantizar la disponibilidad de agua para fines de riego y limpieza durante los períodos de sequía”.

En este sentido, “la adopción de las SbN no solo son necesarias para mejorar los resultados de gestión del agua y lograr la seguridad hídrica”, resalta ONU-Habitat, sino que además “son fundamentales para garantizar la entrega de beneficios colaterales que son esenciales para todos los aspectos del desarrollo sostenible”; concluye precisando que no obstante “las SbN no son una panacea, juegan un papel primordial en la construcción de un mejor futuro urbano, más brillante, más seguro y más equitativo para todas las personas”.

PRIMERA CIUDAD ESPONJA SE DESARROLLÓ EN CHINA

La iniciativa de desarrollar ciudades esponja nace en China, país que tiene un ambicioso objetivo, conseguir que en el año 2030, el 80% de sus áreas urbanas sean capaces de absorber y reutilizar por lo menos el 70% del agua de lluvia.

Es así, de acuerdo a un artículo publicado el 20 de enero de 2016 en World Future Council titulado “Sponge Cities: What is it all about?” que el parque urbano de aguas pluviales que cuenta con 34 hectáreas en la ciudad de Harbin, en el norte de China, es un buen ejemplo de una exitosa Ciudad Esponja.

Esto se debe a que este “parque de aguas pluviales proporciona múltiples servicios ecosistémicos: recoge, limpia y almacena el agua de lluvia y la deja infiltrarse en los acuíferos“, apunta World Future Council, y a su vez, añade “protege y recupera los hábitats naturales autóctonos y proporciona un espacio público estéticamente atractivo para uso recreativo”.

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En consecuencia a este logro, en ese año el gobierno chino elogió 16 urbes piloto, asignándoles a cada una de ellas entre 400 y 600 millones de yuanes, con el objetivo llevar acabo estrategias “innovadoras de gestión del agua que transformarían gradualmente estas ciudades en “Ciudades Esponja””, describe World Future Council.

$!El arquitecto de paisajes responsable de las conocidas como “ciudades esponja”, Kongjian Yu.

Kongjian Yu, quien es un arquitecto de paisajes, es el creador de las conocidas como “ciudades esponja”, que tienen como objetivo transformar grandes áreas de las urbes en parques fluviales permeables, de acuerdo con la Agencia de Noticias EFE.

Los modelos actuales urbanísticos fallan en situaciones extremas. La humanidad se encuentra en un momento clave en el que decidir qué modelo seguir. Aspiramos a salvar el planeta y convertirlo en una esponja”, explicó en una entrevista con EFE Yu.

Javier Picazo Feliu señala en su artículo “Ciudades esponja, un modelo urbanístico para salvar el mundo” que fue publicado el 27 octubre 2023 en el sitio web de EFE, que Yu, quien a través de su empresa de arquitectura del paisaje Turenscape, diseñó proyectos de “ciudades esponja en China, Tailandia, Estados Unidos, en lugares como Boston y Seattle, o Europa, con un diseño reciente en la ciudad de París”.

El arquitecto paisajista considera que “la respuesta a las catástrofes naturales se encuentra paradójicamente en la propia naturaleza. Convertirlo en una esponja literalmente implica reducir la temperatura del planeta, hacerlo exuberante, húmedo, productivo”.

En este sentido Yu considera que “el agua no es el enemigo. No teníamos dinero para construir canalizaciones y usábamos la propia naturaleza. Pero si construyes muros, entonces el agua es una bestia. Se vuelve destructiva. Si creamos grandes infraestructuras de hormigón para contener el agua, volveremos a fracasar”.

Yu prosigue explicándole a EFE que “se necesita un modelo diferente, una mentalidad diferente, una filosofía diferente. No nos basamos en las infraestructuras o la gran tecnología, que no son resilientes”. Por lo que, concluye, “está demostrado que con las lluvias torrenciales (tradicionales de zonas de monzón o motivadas por la crisis climática) los sistemas de tuberías de las ciudades se colapsan”.

¿CUÁLES SON LOS PROBLEMAS QUE QUIEREN RESOLVER A TRAVÉS DE UNA CIUDAD ESPONJA?

World Future Council señala que son cuatro problemas los que se buscan resolver a través de la creación de ciudades esponja:

1. Menos agua disponible en zonas urbanas y periurbanas: Primero habrá darle respuesta a una pregunta fundamental, ¿de dónde obtenemos el agua que sale de nuestros grifos?, muchas de las veces, este “proviene de los acuíferos que se encuentran bajo nuestros pies”. Debido a que cuando llueve, “el agua es absorbida por el suelo y filtrada de forma natural por el suelo”.

Después esta agua se extrae llevando acabo la perforación de pozos en el suelo y su bombeando. Una vez hecho lo anterior, el agua es recogida para ser tratada antes de que sea distribuida por toda la ciudad y “llegue a todos los grifos de cada una de nuestras casas y oficinas”.

El problema emerge debido a la gran urbanización, así como a la expansión urbana que origina “la formación de miles de kilómetros cuadrados de áreas impermeables formadas por carreteras, aceras, techos y estacionamientos impermeables que no permiten que el agua sea absorbida por el suelo, sino que simplemente recogen el agua de lluvia a través de la infraestructura de drenaje urbano y la canalizan hacia ríos, lagos o hacia el mar”, explica World Future Council.

Como consecuencia de este tipo de diseño tradicional derivó a la “creación de ciudades cada vez más impermeables y que tienen un impacto cada vez mayor en el ciclo natural del agua”.

Con lo que se provoca que “menos agua de lluvia se filtre a través del suelo urbano, hay menos agua disponible para extraer de los acuíferos en las zonas urbanas y periurbanas”.

2. Agua contaminada vertida a los ríos o al mar. El otro problema es el que está vinculado tanto con el agua de lluvia, como las aguas residuales debido a que “se recogen en un único sistema de drenaje”.

Siendo así, que este sistema de drenaje acumula toda el agua de lluvia y las aguas residuales de nuestras casas y las conduce a una planta de tratamiento de aguas residuales en donde son tratadas antes de “ser vertidas de nuevo a los ríos o al mar”.

Sin embargo, hay ocasiones que cuando llueve, la planta de tratamiento de aguas residuales no tiene la capacidad de “dar cabida a toda el agua que transportan los sistemas de drenaje”. Originando que gran parte de esa agua de lluvia termine mezclándose con las aguas residuales que “se vierte sin tratar a los ríos”.

Por lo que, cuanto más “impermeable sea la ciudad, más agua se mezclará con las aguas residuales y no podrá ser tratada, sino que se vertirá directamente a los ríos. Esto aumenta el nivel de contaminación de los cuerpos de agua locales”, apunta World Future Council.

3. Degradación de los ecosistemas urbanos y áreas verdes debido a la expansión urbana. Debido a este problema se origina una “pérdida considerable de biodiversidad urbana”, además de una “disminución de las áreas verdes disponibles para la filtración natural del agua de lluvia”, también un “descenso en la captura de CO2 por las plantas”, asimismo hay “menos espacios para el enfriamiento natural a través de microclimas verdes urbanos y, en general, espacios públicos menos habitables, saludables, cómodos y atractivos”.

4. Aumento de la intensidad y frecuencia de las inundaciones urbanas. Por último si se toma en cuenta el incremento de fenómenos meteorológicos cada vez más extremos resultado del cambio climático y, conforme, merma “la capacidad de absorción de la superficie urbana”, provoca que se eleve el riesgo de inundaciones por tormentas, que, a su vez, ocasionan que haya una mayor “contaminación de las aguas subterráneas y tienen un impacto considerable en términos de daños a las propiedades y problemas relacionados con la salud”.

¿CÓMO RESUELVE ESTOS PROBLEMAS UNA CIUDAD ESPONJA?

World Future Council, indica que el primer paso es una ciudad esponja debe tener grandes espacios que posibiliten que el agua se pueda filtrar a través de ellos.

Así mismo, es importante contar con espacios verdes abiertos adyacentes, además de “vías fluviales interconectadas, canales y estanques en los barrios” capaces de “retener y filtrar el agua de forma natural, así como fomentar los ecosistemas urbanos, impulsar la biodiversidad y crear oportunidades culturales y recreativas”.

Además es fundamental, tener “techos verdes que puedan retener el agua de lluvia y filtrarla de forma natural antes de reciclarla o liberarla al suelo”.

También es esencial contar con “sistemas de drenaje que permitan que el agua se filtre hacia el suelo o que dirijan las aguas pluviales hacia espacios verdes para su absorción natural”.

Por último, es necesario acciones que favorezcan el ahorro y el reciclaje de agua, incluyendo “la ampliación del reciclaje de agua, en particular de las aguas grises, a nivel de los edificios, incentivando a los consumidores a ahorrar agua mediante tarifas más elevadas en función del aumento del consumo, campañas de sensibilización y sistemas de monitoreo inteligentes mejorados para identificar fugas y uso ineficiente del agua”, concluye World Future Council.

CIUDADES ESPONJA EN MÉXICO, UNA SOLUCIÓN CONTRA LAS INUBDACIONES

Lorena Rivera, su artículo “Ciudad esponja: México tiene mucho que absorber”, publicado en Excelsior el pasado 18 de junio hace un análisis en relación con las inundaciones provocadas por intensas lluvias y su impacto en las comunidades del país, en su opinión “los tres niveles de gobierno y la sociedad en su conjunto deberán tomar todas las precauciones sobre los impactos devastadores de las tormentas, como los vividos el fin de semana en Quintana Roo. Hoy, Chetumal sigue bajo el agua. La ayuda ha tardado en llegar a los habitantes que todo lo vieron perder en cuestión de cuatro horas”.

Por otra parte, Rivera resalta derivado del cambio climático se están alterando los “patrones de lluvia”, mismos que “que pueden ir de más fuertes y abundantes en periodos muy cortos o largos sin que haya lluvias”.

Y da un en ejemplo de esta situación, “de 15 a 30 milímetros por hora es una lluvia fuerte, de 30 a 60 mm/h, muy fuerte, y más de 60 mm/h se está frente a una lluvia torrencial. Chetumal registró 135.2 milímetros de precipitación”.

Por lo que Rivera sugiere que ante estos “eventos”, que tanto gobernadores como alcaldes-presidentes municipales “pongan la mirada en una de tantas soluciones para mitigar las inundaciones en medio de un cambio climático que todo lo está cambiando: transitar hacia ciudades esponja”.

La Ciudad de México podría verse beneficiada si se transforma en una ciudad esponja”, acentúa Rivera.

Debido a las intensas inundaciones que suelen provocar las fuertes tormentas que en ocasiones caen sobre el país, Rivera concluye que “el potencial en las ciudades de México es enorme, sólo se requieren ciudadanos y gobernantes con visión innovadora y no miradas cortas”.

Con información de ONU-Habitat, World Future Council, Agencia de Noticias EFE y Excelsior.

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