Culpa Hillary Clinton al FBI y a Rusia por su derrota ante Trump
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Clinton dijo asumir la “absoluta responsabilidad” por su campaña presidencial. “Yo era la candidata, yo era la persona en las boletas, y yo estoy consciente de los retos, los problemas, las insuficiencias”, reconoció.
La ex primera dama de Estados Unidos, Hillary Clinton, culpó hoy al director del Buró Federal de Investigaciones (FBI), James Comey, y a los piratas cibernéticos de Rusia por su derrota en las elecciones del 8 de noviembre ante Donald Trump.
“Estaba a punto de ganar hasta que una combinación de la carta de James Comey en octubre 28 y los wikileaks de Rusia pusieron dudas en la mente de los votantes que estaban inclinados a votar por mí, pero se atemorizaron”, dijo en un foro de Women for Women en Nueva York.
“Si la elección hubiera sido en octubre 27, yo sería su presidenta”, remató ante la moderadora Christiane Amanpour, y en medio de aplausos de su audiencia.
“Y gané tres millones más de votos que mi oponente”. Trump ganó las elecciones del 8 de noviembre gracias a una mayoría en el voto electoral, aunque perdió el voto popular.
La carta de Comey al Congreso informaba a miembros prominentes de varios comités la reapertura de la investigación federal del escándalo de los correos electrónicos de Clinton, a pesar de que después trascendió que Comey desconocía si había nueva información incriminatoria.
Se trató de una acción sin precedentes, toda vez que el Departamento de Justicia mantiene directrices para evitar hacer anuncios sobre investigaciones a candidatos a puestos de elección popular poco antes de los comicios.
Clinton dijo asumir la “absoluta responsabilidad” por su campaña presidencial. “Yo era la candidata, yo era la persona en las boletas, y yo estoy consciente de los retos, los problemas, las insuficiencias”, reconoció.
No obstante, hizo notar la coincidencia de que horas después de que fue revelado el video de Trump donde habló de su inclinación por manosear a las mujeres en sus partes íntimas, wikileaks publicó los correos personales de su jefe de campaña, John Podesta.
“Estas cosas no se pueden inventar”, exclamó Clinton.