El papa Francisco se encuentra estable, pero no fuera de peligro

Internacional
/ 2 marzo 2025

El papa de 88 años seguía recibiendo oxígeno suplementario de alto flujo después del episodio de tos del viernes, que generó temores de una nueva infección pulmonar

ROMA.- El papa Francisco permaneció en condición estable y no necesitó ventilación mecánica el domingo, informó el Vaticano. Era una señal de que había superado las posibles complicaciones de una crisis respiratoria el viernes y que su función en general estaba mejorando mientras se recupera de una neumonía en ambos pulmones.

El papa de 88 años seguía recibiendo oxígeno suplementario de alto flujo después del episodio de tos del viernes, que generó temores de una nueva infección pulmonar. Los médicos, en su actualización del domingo por la tarde, dijeron que Francisco seguía estable, pero nuevamente se refirieron a la complejidad de su condición general y mantuvieron su pronóstico reservado, lo que significa que no estaba fuera de peligro.

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Francisco, quien está en el hospital desde el 14 de febrero, descansó, rezó en su capilla privada y participó en la misa durante el resto del día después de recibir una visita por la mañana del secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, y su jefe de personal, el arzobispo Edgar Peña Parra. No se supo el contenido de sus conversaciones, pero incluso cuando está en el Vaticano, Francisco se reúne al menos semanalmente con ellos.

Nuevamente se saltó su bendición semanal del mediodía para evitar incluso una breve aparición pública desde el hospital. En su lugar, el Vaticano distribuyó un mensaje desde el hospital Gemelli en el que dio las gracias a sus médicos por sus cuidados y a quienes le enviaron buenos deseos por sus oraciones, y volvió a rezar por la paz en Ucrania y en otros lugares.

“Desde aquí la guerra parece aún más absurda”, dijo Francisco en el mensaje, que redactó en los últimos días. Señaló que vivía su hospitalización como una experiencia de profunda solidaridad con las personas enfermas y que sufren en todas partes.

“Siento en mi corazón la ‘bendición’ que se esconde dentro de la fragilidad, porque precisamente en estos momentos es que aprendemos aún más a confiar en el Señor”, indicó Francisco en el texto. “Al mismo tiempo, doy gracias a Dios por darme la oportunidad de compartir en el cuerpo y en el espíritu la condición de tantos enfermos y personas que sufren”.

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