Elon Musk ordena que los empleados federales detallen sus logros de la semana

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Poco después de la exigencia de Musk, que publicó en X, los funcionarios del gobierno recibieron un correo electrónico de la Oficina de Administración de Personal con el asunto “¿Qué hiciste la semana pasada?”
Por Kate Conger, Eileen Sullivan y Christina Jewett
Empleados de distintas oficinas del gobierno recibieron un correo electrónico el sábado en el que se les pide un resumen de su trabajo. Musk dijo en X que quienes no respondan perderían sus empleos.
Elon Musk agravó el sábado la confusión y la alarma de los trabajadores del gobierno federal al ordenarles que resumieran sus logros de la semana, advirtiéndoles de que no hacerlo se tomaría como una renuncia.
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Poco después de la exigencia de Musk, que publicó en X, los funcionarios del gobierno recibieron un correo electrónico de la Oficina de Administración de Personal con el asunto “¿Qué hiciste la semana pasada?”.
El mensaje llegó simultáneamente a las bandejas de entrada de varios organismos, inquietando a los trabajadores que se habían visto sacudidos por una serie de despidos en las últimas semanas y no sabían si responder a la exigencia de Musk. Funcionarios de algunos organismos, como el FBI y el Departamento de Estado, dijeron a sus empleados que pusieran en pausa las respuestas al correo electrónico.
La creciente presión de Musk sobre la fuerza de trabajo federal se produjo a instancias del presidente Trump, quien ha estado pregonando cómo el multimillonario ha puesto de cabeza a la burocracia y el sábado le instó a ser aún “más agresivo”.
En su publicación en X, Musk dijo que los empleados que no respondieran al mensaje perderían su empleo. Sin embargo, esa amenaza no figuraba en el correo electrónico.
“Por favor, responde a este correo electrónico con aproximadamente 5 puntos sobre lo que has conseguido esta semana y copia a tu jefe”, decía el mensaje de la Oficina de Administración de Personal que se envió a los empleados federales el sábado por la tarde. El correo electrónico indicaba a los empleados que respondieran antes de la medianoche del lunes y que no incluyeran información clasificada.
El correo electrónico fue recibido por trabajadores de diversas oficinas del gobierno, incluidos los del FBI, el Departamento de Estado, la Agencia de Protección Ambiental, la Oficina de Administración de Personal, la Administración de Alimentos y Medicamentos, el Departamento de Asuntos de los Veteranos, los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid y la Oficina para la Protección Financiera del Consumidor, según copias vistas por The New York Times.
Algunos líderes de agencias acogieron con satisfacción la medida de Musk. “¡El DOGE y Elon están haciendo un gran trabajo! Histórico. Estamos encantados de participar”, escribió en un mensaje a su personal Ed Martin, fiscal federal interino de Washington D. C., a quien Trump ha designado para dirigir la oficina de forma permanente.
Pero en una señal de la agitación y de los posibles problemas legales y de seguridad causados por la exigencia, los funcionarios de algunas agencias federales dijeron a su personal que no respondieran y esperaran nuevas indicaciones.
Entre ellos estaba Kash Patel, el nuevo director del FBI. “El FBI, a través de la Oficina del Director, está a cargo de todos nuestros procesos de revisión, y llevará a cabo las revisiones de acuerdo con los procedimientos del FBI”, escribió Patel en un correo electrónico al personal obtenido por el Times. “Cuando y si se requiere más información, coordinaremos las respuestas. Por ahora, por favor, pon en pausa cualquier respuesta”.
Para los trabajadores de base, la última medida de Musk puso de relieve un clima de inestabilidad y miedo dentro del gobierno. Una empleada de los Institutos Nacionales de Salud, que habló bajo condición de anonimato por temor a represalias, dijo que el mensaje la había conmocionado y que, según señaló, le había dejado una sensación de malestar en la boca del estómago. Cuando se enteró del contexto, dijo, envió un mensaje a un colega: “Nos están aterrorizando”.
Mientras la confusión y la alarma se extendían el sábado por la tarde entre los trabajadores por la exigencia de Musk, este dijo en X que había una “valla baja” para cumplirla.
“¡Un correo electrónico con algunos puntos que tengan algún sentido es aceptable!”, dijo. “Debería llevar menos de 5 minutos escribirlo”.
En respuesta a su amenaza de despido si los trabajadores no cumplían, la Federación Estadounidense de Empleados del Gobierno, el mayor sindicato de empleados federales, dijo que impugnaría cualquier despido “ilegal”.
Everett Kelley, presidente del sindicato, acusó a Musk y a Trump de mostrar un “desprecio absoluto” por los empleados federales.
“Es cruel e irrespetuoso”, dijo en un comunicado, “para cientos de miles de veteranos que llevan su segundo uniforme en la función pública, verse obligados a justificar sus obligaciones laborales ante este multimillonario desubicado, privilegiado y no elegido, que no ha realizado ni una sola hora de servicio público honesto en su vida”.
El sindicato dijo a los trabajadores que “cree firmemente” que la Oficina de Administración de Personal no tiene autoridad para dirigir a los empleados en la manera que lo hace su petición enviada por correo electrónico y les aconsejó que pidieran orientación a un supervisor.
Los expertos dijeron que las exigencias planteaban importantes problemas jurídicos.
“No hay base alguna en el sistema de la función pública para ello”, dijo Sam Bagenstos, profesor de derecho de la Universidad de Míchigan y exasesor general de la Oficina de Administración y Presupuesto. “Esto está obviamente diseñado para intimidar a los empleados. Musk, el DOGE y el gobierno de Trump están actuando persistentemente de una forma que hace caso omiso de las normas de la función pública y solo cuentan con que los tribunales no puedan ponerse al día y limpiar a su paso”.
“Esperan que los empleados digan: ‘Esto es demasiado, no puedo seguir haciendo esto’”, añadió.
El mensaje que cuestionaba el rendimiento de los trabajadores repetía una táctica utilizada por Musk para reducir la planilla de su empresa de redes sociales. Musk se ha inspirado repetidamente en su adquisición en 2022 de X, entonces conocida como Twitter, mientras trabaja para reformar el gobierno federal con su llamado Departamento de Eficiencia Gubernamental. Con el apoyo del gobierno de Trump, Musk ha ordenado despidos en distintas oficinas del gobierno federal y ha cerrado varios organismos.
“Elon está haciendo un gran trabajo, pero me gustaría verlo ser más agresivo”, dijo Trump en un mensaje publicado el sábado en su red social.
Musk aceptó rápidamente el reto. “Todos los empleados federales recibirán en breve un correo electrónico en el que se les pedirá que comprendan lo que hicieron la semana pasada”, escribió Musk el sábado en una publicación en las redes sociales, afirmando que sus acciones eran “coherentes” con las exigencias del presidente. “La falta de respuesta se tomará como una renuncia”, añadió.
La Casa Blanca no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios sobre el correo electrónico enviado a los trabajadores federales, ni sobre si estos serían despedidos si no respondían.
La Oficina de Administración de Personal, que el mes pasado envió a empleados la oferta de dimisión en diferido de Musk con el asunto “Fork in the Road” (encrucijada, en español), eludió la pregunta.
“Como parte del compromiso del gobierno de Trump con una fuerza de trabajo federal eficiente y responsable, la OPM está pidiendo a los empleados que proporcionen un breve resumen de lo que hicieron la semana pasada a finales del lunes, con copia a su jefe”, dijo McLaurine Pinover, portavoz de la agencia, en un comunicado el sábado. “Las agencias determinarán los pasos siguientes”.
La exigencia dejó tambaleando a muchos trabajadores.
La mayor parte de la plantilla de la Oficina para la Protección Financiera del Consumidor había sido puesta recientemente fuera de servicio mientras Musk destripaba la agencia, y ha recibido instrucciones de no trabajar, lo que les deja sin logros de los que informar, dijo un trabajador de la misma.
Los aliados de Musk en el gobierno han sugerido utilizar la inteligencia artificial para identificar recortes presupuestarios, y los trabajadores de varias agencias temían que sus respuestas fueran evaluadas por la IA.
El planteamiento hizo eco de uno que Musk adoptó con ejecutivos y empleados de Twitter. En abril de 2022, Musk iba a incorporarse a la junta directiva de la empresa de redes sociales, pero discutió con Parag Agrawal, su director ejecutivo en aquel momento, por las críticas que hizo públicamente sobre la empresa. Cuando Agrawal pidió a Musk que no publicara cosas perjudiciales sobre Twitter, Musk respondió en un mensaje de texto: “¿Qué has hecho esta semana?”, y luego dijo a Agrawal que compraría Twitter directamente.
El intercambio condujo a la adquisición de la empresa por parte de Musk por valor de 44.000 millones de dólares, que completó en octubre de 2022. Musk afirmó que despidió a Agrawal inmediatamente, aunque Agrawal impugnó las circunstancias de su salida y demandó a Musk por retener las indemnizaciones por despido.
Poco después de la adquisición, Musk pidió a los empleados que imprimieran el código que habían escrito recientemente, un ejercicio destinado a demostrar lo mucho que trabajaban. Cuando los ejecutivos de la empresa expresaron su preocupación por la privacidad, Musk ordenó a los empleados que destruyeran el código que habían impreso.
El sábado, Musk reconoció las similitudes. “Parag no consiguió hacer nada. Parag fue despedido”, escribió en una publicación en X sobre el mensaje que pretendía enviar a los trabajadores federales.
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