Encuentran caja negra del avión médico estrellado en Filadelfia; ‘era una guerrera’, recuerdan a Valentina

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La recolección de restos continuará hasta este 3 de febrero para ser enviados a Delaware, Washington D.C.
Del trágico accidente del avión médico Learjet 55 que se estrelló en Filadelfia, Pensilvania en Estados Unidos, con un saldo de siete personas fallecidas y casi dos docenas de heridos, se ha descubierto la caja negra de la aeronave, misma que podría representar un avance crucial para determinar las causas del hecho.
Según un comunicado de las autoridades de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB), la grabadora de voz en cabina (CVR) fue recuperada a 2.4 metros del lugar del siniestro.
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Además, se logró recuperar el sistema mejorado de advertencia de proximidad al suelo (EGPWS), que podría contener datos adicionales sobre el vuelo.
Cabe destacar que ambos dispositivos pueden ser analizados por expertos de la NTSB y serán componente claves en la investigación para saber que ocurrió con exactitud; por lo que serán enviados al Laboratorio de Grabadoras de Vehículos de la agencia.
Al mismo tiempo, especificaron que la recolección de restos continuará hasta este 3 de febrero para ser enviados a Delaware, Washington D.C.
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RECUERDAN A VALENTINA
Cercanos a la pequeña Valentina Guzmán Murillo, de apenas 11 años, quien perdió la vida en el accidente, tras luchar contra una malformación de médula espinal tras un tratamiento de meses en el hospital Shriners, y quien viajaba con su mamá, Lizeth Murillo Osuna, de 31 años, recordaron a la niña.
Un amigo de la familia, entrevistado por el medio de comunicación Reforma, afirma que “estamos hablando de una niña guerrera [...] ella estaba desde finales de agosto (del 2024) en Filadelfia, tenía que estar allá por varios meses debido a varios temas, su condición le generaba hidrocefalia, tenía una llaga en la espalda que era un problema gravísimo, le quitaba movilidad total, en fin, era una batalla constante su vida”.
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Lizeth y Valentina hicieron todo lo posible para tener calidad de vida, pese a la enfermedad de la menor y los escasos recursos de la familia en Puerto de Ensenada, en Tijuana.
“La enfermedad de Valentina era mielomeningocele, lo más grave de una malformación en la médula espinal (la cual se produce cuando la columna vertebral del bebé no se cierra por completo durante el embarazo), era una guerrera, por esta condición no se esperaba que pudiera llegar a los 12 años”, destacó César Esparza para Reforma.
Valentina había sido dada de alta el 31 de enero, era trasladada en una ambulancia aérea con su mamá, junto a sus profesionales médicos, un piloto y copiloto, todos de origen mexicano.
(Con información de medios y Reforma)