Encuestas colocan a Trump detrás de Biden, ¿a 100 días de la elección tiene opciones de ganar?
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El presidente de Estados Unidos cambia de discurso y reconoce la gravedad del brote de COVID-19 después de meses de subestimarlo, mientras todas las encuestas lo colocan por detrás de Joe Biden
Donald Trump tiene menos de 100 días para invertir la tendencia. Aislado, atrapado en la nostalgia de su victoria en 2016 y criticado en su propio campo por su deshilada reacción frente a la COVID-19, el presidente estadounidense pasa por una mala racha.
Las elecciones presidenciales del 3 de noviembre se anuncian muy crispadas, en un momento en que el país está dividido, inquieto, con el recuerdo de los casi 150,000 fallecidos de COVID-19 y la sacudida de la crisis económica.
El republicano de 74 años ha luchado en numerosos frentes y enfrentado críticas crecientes sobre su manejo de la pandemia de coronavirus y sus consecuencias económicas.
De acuerdo con una encuesta publicada por ABC nNws, dos tercios de los estuadounidesdenses desaprueban su respuesta frente al coronavirus.
La semana pasada, Trump cambió radicalmente la narrativa acerca de la pandemia de coronavirus, que se ha agravado en estados como Florida y Texas, que serán clave para la elección del 3 de noviembre.
"Probablemente, desafortunadamente, (la pandemia) empeorará antes de que mejore. Es algo que no me gusta decir, pero así son las cosas", subrayó el martes 21 de julio en su primera rueda de prensa sobre el avance del COVID-19 en meses.
En apenas una semana, Trump primero abrazó el uso de las mascarillas, contra las que había librado una guerra cultural durante meses; después instó a los jóvenes a evitar multitudes en espacios cerrados y aceptó que no todas las escuelas abrirán en otoño.
Por último, el jueves anunció la cancelación de la Convención Nacional Republicana que iba a celebrarse en Jacksonville, Florida, donde tenía previsto aceptar la candidatura como aspirante republicano a la reelección en las elecciones de noviembre.
"Dar ejemplo es importante", afirmó el jueves en la tarde cuando anunció que anulaba gran parte de la convención republicana programada para finales de agosto.
Durante el fin de semana Florida superó el número de casos de coronavirus de Nueva York, el más golpeado por la pandemia durante la primavera. Solo es superado por California en el número de casos.
Con las encuestas en contra
En el último golpe a su esperanza de permanecer en la Casa Blanca después del 3 de noviembre, sondeos publicados el domingo mostraron un debilitamiento de su apoyo en tres estados clave para ganar la elección.
Las nuevas encuestas de votantes registrados de tres estados bisagra publicadas el domingo revelan que el apoyo a Trump está en retroceso: en Florida, el presidente obtuvo un 46% de apoyo contra un 51% para Biden, mientras que en Arizona, el aspirante demócrata le lleva cuatro puntos de ventaja, con un 49%.
En Michigan, donde Biden tiene el 52% de las preferencias sobre 40% para Trump.
En 2016, el presidente ganó en los tres estados, aunque en Michigan tuvo una ajustada diferencia de menos de 11,000 votos.
En Texas, un estado en el cual ningún demócrata logra una victoria desde Jimmy Carter en 1976 y donde Trump ganó con holgura en 2016, ambos candidatos están codo a codo. Con 38 votos electorales, este estado del sur del país es un bastión codiciado para cualquier candidato.
De acuerdo con el promedio de encuestas publicado por Real Clear Politics, Biden se encuentra 8.7 puntos por delante de Trump. El ex vicepresidente tiene más de seis semanas con una ventaja sobre el republicano de entre ocho y 10 puntos.
El nuevo jefe de campaña de Trump, Bill Stepien, asegura que el cambio de actitud de Trump frente a la pandemia no ha sido resultado de los malos números en las encuestas.
"No prestamos mucha atención a las encuestas", afirmó Stepien, quien insistió en que los sondeos ya se equivocaron en 2016, cuando predijeron que Trump perdería frente a la entonces candidata demócrata Hillary Clinton.
Trump por su parte afirma que las encuestas son falsas y ha mostrado su confianza en que una "mayoría silenciosa" se incline a su favor.
"La Campaña Trump tiene más ENTUSIASMO, según muchos, que cualquier campaña en la historia de nuestro gran país, incluso más que 2016", escribió el propio mandatario en Twitter.
"¡Biden no tiene NADA! ¡La mayoría silenciosa hablará el 3 de NOVIEMBRE! Las Encuestas Falsas de Supresión y las Noticias Falsas no salvarán a la Izquierda Radical", añadió.
Sin embargo, ganar con una diferencia tan grande, parece complicado para Trump si vemos la historia reciente de los Estados Unidos.
Desde 1980, todos los candidatos que tuvieron una ventaja tan importante como la de Biden en este punto lograron la victoria, con la excepción del demócrata Michael Dukakis, derrotado por George Bush en 1988.
La última vez que un candidato aventajó por tanto a otro fue hace 25 años, cuando el entonces presidente demócrata Bill Clinton luchaba por la reelección frente al republicano Bob Dole. También sería la primera vez en más de 25 años que un presidente gobierna un solo término.
A la espera de un error de Biden
Sin embargo, no todas las cartas están echadas y después de tres años y medio de una presidencia llena de baches, todavía es posible que haya sorpresas.
Donald Trump puede estar a la espera de que su rival demócrata comenta un error monumental. El presidente busca atacar a Biden, quien, con una campaña en su mínima expresión, le da pocas oportunidades.
El ex vicepresidente, de 77 años, realiza una campaña sin precedentes desde su casa en Delaware, sin mitines y con pocas conferencias de prensa, limitándose a ver a Trump lidiar cada vez con más problemas.
Antes de que empiecen los debates después del verano boreal, el ex vicepresidente se contenta con algunas apariciones contadas en los medios. En los últimos días sumó a su campaña a su antiguo jefe: el expresidente Barack Obama, que promete convertirse en un imán para las masas.
La campaña de Biden difundió un video de una veintena de minutos que muestra a los dos políticos en la misma habitación, pero respetando la distancia social impuesta por la COVID-19, en un diálogo lleno de complicidad.
"Más allá de las políticas específicas que van a ser implementadas (...) Primero que nada hay un enorme apetito por una forma de decencia", resumió Obama, alabando además la empatía de quien espera que se convierta en el 46º presidente de Estados Unidos el 20 de enero de 2021.
A la incertidumbre sobre una campaña inhabitual, se suman las dudas sobre el escrutinio.
Desde hace semanas, Trump alega —sin pruebas— que el voto por correspondencia, que puede ser una importante forma de participación este año por la pandemia, podría dar pie a intentos de fraude masivos.
A la pregunta de si se comprometía a aceptar los resultados, Trump respondió con evasivas.
"Voy a ver", replicó durante una entrevista con la cadena FOX News.