¡Feliz cumpleaños, Steve Jobs!: El discurso que cambió la historia

Ciudad de México.- Hace  una década, Steve Jobs presentó el primer teléfono inteligente que cambiaría el rumbo de la telefonía y la forma en cómo se concibe el entretenimiento y las comunicaciones. Ese primer iPhone -que vio la luz en 2007-, llegó acompañado de un discurso a la par del nuevo producto: un discurso capaz de emocionar, de esperanzar y de hacer desear. Un discurso capaz de instalar una necesidad que no se tenía contemplada.

Hoy que es día de su cumpleaños, y donde quiera que se encuentre, Steve Jobs recibe muestras de cariño en todo el mundo. Desde aquí, no podíamos dejar pasar la oportunidad y rescatamos un pequeño, pero contundente análisis del secreto de esa gran presentación que, sin duda, ayudó a convertir al iPhone en un objeto de deseo.

La escritora, conferencista y empresaria Nancy Duarte asegura que la diferencia entre la adopción de una gran idea y una “mediocre” es “la forma en que se comunica cada una de ellas”.

Bajo esta premisa se basan sus estudios sobre los discursos, las historias y la narrativa.

Esa forma iría más allá de una clásica pirámide, como la que propuso Gustav Freytag o la pirámide invertida utilizada en el periodismo de la vieja escuela. Esa forma más bien parecería una serie de ondas… y lo comprobó con dos de los discursos más famosos de la historia moderna: I Have a Dream de Martin Luther King y el discurso de Steve Jobs con motivo del lanzamiento del iPhone en 2007.

La fórmula secreta
Conoce el secreto del gran discurso que cambió la forma en que la humanidad concebía a los teléfonos celulares:

Nota: a pesar de que la presentación sigue un orden lógico de inicio, climax y desenlace; en realidad se puede 'desmenuzar' en más partes que en conjunto forman su estructura final.

El inicio
Al comienzo de cada presentación necesitas establecer lo que es o de qué se trata y el contexto.

Luego es necesario comparar con “lo que podría ser” y hacer énfasis en esa brecha entre lo que es y en lo que podría convertirse; es decir, contrastar ambos puntos lo más que se pueda y tomar como referencia tu idea, producto o servicio.

Aquí está el pasado, aquí el presente… pero mira: este es el futuro”, asegura Duarte.

El medio o el clímax
A continuación, el medio de la historia o presentación, se encargará de reforzar una y otra vez más lo que ya has propuesto: “Aquí hay una barrera, pero podemos y vamos a eliminarla”.

El objetivo en este punto es que los oyentes o lectores se convenzan de que tu idea es la solución y el cambio que necesitan porque puede ser difícil al principio convencer, pero -precisamente por ello- es necesaria la repetición.

El Final
Para el final de la historia o presentación, viene siempre lo mejor: el llamado a la acción en el que describas al mundo como una nueva oportunidad e instalar en la mente de los presentes las figuras que Duarte propone: “Esto es una utopía hecha realidad con mi idea”, “así es como se verá el mundo cuando nos unamos y resolvamos este gran problema”.

Steve Jobs en acción

En el caso de Steve Jobs, él utilizó  algunos recursos para multiplicar el potencial de su presentación, como videos, demos e invitados. Además logró que el público aplaudiera y riera.

A continuación te presentamos las frases y momentos más importantes de ese gran discurso (y que sostienen la teoría de Duarte):

 “Este es un día que he estado buscando por dos años y medio”.
“¿No es increíble?, ¿no es hermoso?”.
“De vez en cuando, un producto revolucionario llega a nosotros y cambia todo”.
El momento en que enciende el teléfono

El momento en que fallan algunos aspectos técnicos en la presentación y cuenta una anécdota para mantener la atención de la gente.
Y al final, cuando Jobs dice: "Hay una frase de Wayne Gretzky que amo: ‘Amo patinar hacia el lugar a donde va a ir el disco, no hacia donde ya ha estado’. Siempre hemos tratado de hacer eso en Apple desde sus inicios y siempre lo haremos”.