Juego de mesa sobre el ascenso del nazismo, se vuelve un éxito

Internacional
/ 1 julio 2020

Secret Hitler es un juego de deducción social que ha tenido éxito rápidamente desde que comenzó a distribuirse el verano pasado. Es como Mafia o Werewolf u otros juegos de mesa en los que los jugadores tratan de identificar al traidor en sus filas

En esta versión, de cinco a diez jugadores se dividen en dos equipos dispares: un equipo más grande de liberales y uno más pequeño de fascistas (no se puede jugar como antifa). Un jugador es elegido como Hitler secreto. Los fascistas, que conocen la identidad de su líder, trabajan para subirlo al poder mientras engañan a los liberales, que no saben quién es Hitler.

Los fabricantes del juego han recaudado cerca de 1,5 millones de dólares desde que lo anunciaron en Kickstarter en noviembre de 2015. Cuando salió a la venta se convirtió en el producto más vendido de la categoría de juguetes y juegos en Amazon y recientemente vendió la totalidad de su segunda reimpresión.

El juego fue ideado a principios de 2015 e impulsado por su asociación con Max Temkin, uno de los jóvenes creadores del provocativo juego Cards Agains Humanity. No obstante, Secret Hitler se benefició de otra tendencia imprevista: la proliferación de un interés sobre el fascismo cerca de la elección de 2016, que generó también buenas ventas de clásicos literarios distopicos, y una discusión renovada del movimiento que llevó al poder a líderes como Hitler y Mussolini.

El ingrediente secreto del desarrollo de Secret Hitler fue una sesión maratónica de televisión. En algún momento de finales de febrero o principios de marzo de 2015, uno de sus creadores, Mike Boxleiter, de 32 años, pasó todo un fin de semana viendo la miniserie sobre la Segunda Guerra Mundial producida por Steven Spielberg Band of Brothers.

Ninguno de los creadores del juego, que viven en Chicago, votaron por Trump. Temkin, quien ha trabajado para campañas de los demócratas, afirma que no recuerda conocer a nadie que lo haya hecho, por lo que la victoria de Trump tomó a los creadores por sorpresa. Dijo que incluso se arrepintieron un poco por lo inoportuno del momento.

Temkin recuerda haber pensado: “Qué mal que cuando el juego salga a la venta, Donald Trump ya no será relevante para la política estadounidense porque sería una gran estrategia de mercadotecnia para nosotros”.

Con información de The New York Times

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