Juez de Estados Unidos ordena libertad de la exanalista de inteligencia Chelsea Manning

Internacional
/ 12 marzo 2020

La orden del juez llega con Manning, de 32 años, hospitalizada después de que este miércoles trató de suicidarse en una cárcel del estado de Virginia

Washington, DC.- Un juez federal de Estados Unidos ordenó este jueves la puesta en libertad de la exsoldado Chelsea Manning, la primera fuente de WikiLeaks, al determinar que su testimonio contra Julian Assange ya no es necesario.

"La comparecencia de Manning ante un gran jurado ya no es necesaria. Su detención no sirve ya para ningún propósito coercitivo", dictaminó el magistrado Anthony J. Trenga, del Distrito Este de Virginia.

Trenga también dio por concluida la labor del gran jurado en esta investigación.

La orden del juez llega con Manning, de 32 años, hospitalizada después de que este miércoles trató de suicidarse en una cárcel del estado de Virginia.

La comparecencia de Manning ante un gran jurado ya no es necesaria. Su detención no sirve ya para ningún propósito coercitivo".

La exsoldado llevaba encarcelada desde mayo pasado por negarse a declarar sobre la revelación de secretos militares y diplomáticos a WikiLeaks y este jueves tenía programada una vista con Trenga.

Sus abogados insistieron este miércoles, tras el intento de suicidio, que Manning ha indicado con anterioridad que no traicionará sus principios, incluso si existe el riesgo de perjudicarse a sí misma.

Pese a la orden de liberación, el juez mantuvo la multa de 256 mil por resistirse a declarar ante el gran jurado.

Assange, por su parte, está detenido en el Reino Unido con una petición de extradición por parte de Estados Unidos, donde lo investiga un tribunal de Virginia por espionaje.

Chelsea Manning, una exanalista de Inteligencia del Ejército de Estados Unidos, fue la responsable de la mayor filtración de la historia del país, que consistió en miles de documentos clasificados sobre las guerras de Irak y Afganistán, así como cables del Departamento de Estado, lo que supuso un revés para la diplomacia estadounidense.

Fue detenida en 2010 y condenada a 35 años de cárcel, pero quedó en libertad en 2017 tras recibir un perdón presidencial que decretó el expresidente Barack Obama (2009-2017) pocos días antes de dejar el poder.

Durante sus más de siete años en prisión, Manning intentó suicidarse en varias ocasiones, incluyendo dos en 2016.

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