¿La CIA está involucrada en el asesinato de Kennedy?, esto dicen los archivos liberados por Trump

La esperada publicación de decenas de miles de archivos sobre el asesinato del presidente John F. Kennedy ha provocado una búsqueda desesperada de nuevas pistas sobre el impactante crimen más de 60 años después.

Donald Trump puso a disposición el martes en el sitio web de los Archivos Nacionales el conjunto de páginas previamente clasificadas que abarcan décadas, y la mayoría aparentemente solo confirma información conocida desde hace mucho tiempo.

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Sin embargo, algunos fragmentos interesantes que se están analizando incluyen documentos que arrojan luz sobre teorías que apuntan a una “pequeña camarilla” en la CIA involucrada, así como una aparente investigación de la KGB para encontrar si el asesino Lee Harvey Oswald era uno de sus agentes.

Un memorando fechado en junio de 1967 detalla cómo un ex oficial de inteligencia del ejército estadounidense, Gary Underhill, huyó de Washington, DC, “muy agitado” el día después de que Kennedy fuera asesinado, y habló con un amigo sobre cómo una “pequeña camarilla dentro de la CIA” estaba detrás del asesinato, seis meses antes de que lo encontraran muero en su apartamento.

Al día siguiente del asesinato, Gary Underhill salió de Washington a toda prisa. A última hora de la noche, se presentó en casa de un amigo en Nueva Jersey.

Estaba muy alterado. Una pequeña camarilla dentro de la CIA fue responsable del asesinato, confesó, y temía por su vida y probablemente tendría que abandonar el país, dice el memorándum.

Menos de seis meses después, Underhill fue encontrado muerto a tiros en su apartamento de Washington. El forense dictaminó que se trató de un suicidio.

Se decía que Underhill, un ex capitán del ejército estadounidense que trabajó como oficial de inteligencia durante la Segunda Guerra Mundial, tenía una relación “de tú a tú con muchos de los altos mandos del Pentágono” y “términos íntimos con varios funcionarios de alto rango de la CIA”.

Los amigos a quienes Underhill visitó dicen que estaba sobrio, pero muy afectado. Dicen que atribuyó el asesinato de Kennedy a una camarilla de la CIA que se dedicaba a un lucrativo negocio de tráfico de armas, narcóticos y otros contrabandos, dice el pasaje.

Señaló que la camarilla de la CIA supuestamente mató a Kennedy porque éste se enteró de sus asuntos y fue “asesinado antes de que pudiera ‘denunciarlo’”.

El suicidio de Underhill también fue puesto en duda porque lo encontraron con una herida de bala detrás de la oreja izquierda, pero Asher Brynes, su compañero de escritura que encontró su cuerpo, dijo: “Underhill era diestro”.

En otro documento publicado el martes, un teletipo de informe de inteligencia estadounidense fechado el 20 de noviembre de 1991 , decía que un funcionario de la KGB llamado Nikonov investigó si Oswald “había sido un agente de la KGB”.

“Nikonov ahora está seguro de que Oswald nunca fue un agente controlado por el KGB”, dice el documento.

Nikonov “dudaba que alguien pudiera controlar a Oswald, pero señaló que el KBG [sic] lo vigilaba de cerca y constantemente mientras estuvo en la URSS”.

El expediente también señalaba que “Oswald era un mal tirador cuando intentó disparar al blanco en la URSS”.

Nikonov también señaló que Oswald tenía “una relación tormentosa con su esposa soviética, quien lo maltrataba incesantemente”.

Oswald, veterano de la Infantería de Marina, desertó a la Unión Soviética cuatro años antes de dispararle a Kennedy. Antes del asesinato, Oswald visitó el Consulado de Cuba en México, donde contactó con la Embajada Soviética para obtener una visa de viaje.

Otro de los archivos del nuevo lote , que también fue etiquetado como “secreto”, mostró cómo la CIA rastreó un artículo de un periódico italiano que alegaba que la propia agencia estaba detrás del asesinato del 35º presidente.

Algunos de los documentos también arrojan luz sobre las maquinaciones de la comunidad de inteligencia en la década de 1960, incluidos detalles sobre bases secretas de la CIA en todo el mundo.

Un documento describía cómo la CIA estaba rastreando a un ciudadano cubano llamado AMFUANA-1, que fue enviado a Cuba en 1961 antes de establecer una red de al menos 20 personas que ayudaron a elaborar más de 50 informes.

La mayoría de los documentos publicados el martes parecían estar relacionados con la investigación inicial del asesinato realizada por la Comisión Warren en 1964.

Esa comisión, encabezada por el presidente de la Corte Suprema, Earl Warren, concluyó que Oswald actuó solo cuando disparó a Kennedy con un rifle de alta potencia desde el sexto piso del Depósito de Libros Escolares de Texas, con vista a Dealey Plaza, mientras la caravana del presidente pasaba debajo de él.

La conclusión oficial ha sido objeto de controversia; las encuestas muestran consistentemente que una clara mayoría de estadounidenses cree que Kennedy fue asesinado como resultado de una conspiración, con teorías que implican a la mafia, la CIA y exiliados cubanos descontentos, entre otros.

En virtud de la Ley de Recopilación de Registros del Asesinato de Kennedy de 1992, el Congreso estableció el año 2017 como fecha límite para la publicación de los archivos JFK pendientes.

Cuando llegó el momento, Trump había publicado miles de archivos, incluidos 19.000 en 2018.

Sin embargo, todavía había archivos JFK ocultos en medio de la presión de aficionados a la seguridad nacional como el exsecretario de Estado Mike Pompeo.

A finales de 2022, el presidente Joe Biden adoptó un enfoque similar y publicó más de 13.000 archivos.

Antes de la publicación del martes, la Administración Nacional de Archivos y Registros estimaba que aproximadamente el 98% de los archivos se habían hecho públicos, una promesa que Trump hizo para aumentar la transparencia del gobierno durante su segundo mandato.