Libera Corea del Norte a pastor canadiense

Internacional
/ 2 julio 2020

Hyeon Soo Lim pasó dos años y siete meses bajo custodia, condenado a trabajos forzados, por supuestamente haber intentado derrocar al régimen del país

Días después de haber sido liberado de una prisión norcoreana, un pastor canadiense que pasó más de dos años bajo custodia ha hablado de su calvario, detallando el trabajo duro que se vio obligado a llevar a cabo y su batalla en curso contra la soledad abrumadora.

"Desde el primer día de mi detención hasta el día en que fui liberado, comí 2.757 comidas en aislamiento", dijo Hyeon Soo Lim en un comunicado preparado antes de su primera aparición pública en una iglesia cerca de Toronto el domingo. "Era difícil ver cuándo y cómo terminaría todo el calvario".

Durante sus dos años y siete meses en custodia, los inviernos fueron gastados cavando agujeros que midieron un metro de ancho y un metro de profundidad. “El suelo estaba helado. El barro era tan duro que tomó dos días para cavar un hoyo”, dijo. “Mi parte superior del cuerpo sudaba; mis dedos de las manos y los pies estaban congelados”. Otras veces fue puesto a trabajar rompiendo el carbón congelado en una instalación de almacenamiento

La primavera y el verano se pasaban afuera, trabajando ocho horas al día bajo el abrasador sol. “Un año de esta difícil labor cobró un peaje en mi cuerpo y me ingresaron en el hospital por dos meses”, dijo. Fue hospitalizado cuatro veces en total mientras estaba bajo custodia,dijo.

Lim, quien se mudó a Canadá desde Corea del Sur en los ochenta, viajó a Corea del Norte más de 100 veces en las pasadas dos décadas, de acuerdo a su familia, con el fin de apoyar los esfuerzos humanitarios que iban desde un hogar de ancianos a un orfanato. Fue arrestado en Enero de 2015.

Se enteró de su liberación momentos antes de que sucediera. Después de una delegación canadiense viajara a Corea del Norte, la semana pasada, Pyongyang anunció que liberaría a Lim por razones humanitarias. A pesar de perder 23 kilos en prisión, su familia dijo que estaba en buena salud.

Lim, dijo a los congregados que sospechaba que su liberación fue una oferta de Pyongyang para disminuir la creciente tensión entre Corea del Norte y Washington. “Creo que Kim Jung Un me dejó  ir como un gesto de buena voluntad frente a tanta retórica”, declaró.

Con información de The Guardian

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