Londres mira a Noruega, Suiza y Canadá como modelos post-Brexit
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Economistas y politólogos han señalado que en estos tres escenarios Reino Unido tendría que seguir cumpliendo un importante número de normas europeas a cambio de condiciones comerciales favorables.
Después de que los británicos optaran por abandonar la Unión Europa (UE) en el referéndum celebrado el jueves, su Gobierno tendrá que redefinir sus lazos y económicos comerciales con el resto del bloque.
Tanto la campaña favor de la salida del país como la que defendía su permanencia debatieron si países como Noruega, Suiza o Canadá podrían servir como modelos a la hora de mantener estrechos lazos con la UE sin formar parte de ella.
Pero economistas y politólogos han señalado que en estos tres escenarios Reino Unido tendría que seguir cumpliendo un importante número de normas europeas a cambio de condiciones comerciales favorables.
EL MODELO NORUEGO: El país escandinavo tiene estrechos vínculos con la UE, ya que ambos forman parte del Espacio Económico Europeo (EEE) conocido como el mercado común europeo. Para beneficiarse de esta relación, Noruega debe aceptar el principio de libre circulación de trabajadores y servicios con la UE y además, el país rico en petróleo debe apoyar a los 15 países más pobres del bloque con 388 millones de euros (439 millones de dólares) al año.
"Formar parte del EEE no generaría ahorros fiscales sustanciales para el Gobierno británico", concluyen, sin embargo, en su análisis Swati Dhingra y Thomas Sampson, de la prestigiosa London School of Economics.
Pese a esas concesiones, Noruega no tiene voz ni voto en las decisiones de la UE y la legislación comunitaria.
Un informe encargado por el Gobierno noruego en 2012 concluyó que "pese a que Noruega tiene un profundo interés en la UE, ese interés no es totalmente correspondido".
EL MODELO SUIZO: El pequeño pero rico país alpino ha adoptado una postura diferente, cerrando 120 acuerdos con la UE sobre el acceso a varios mercados, servicios y educación.
Al igual que Noruega, Suiza está obligada a cumplir varias normas y a pagar contribuciones financieras para reducir las disparidades económicas entre la unión de 28 países.
Suiza no tiene acceso pleno al mercado de servicios financieros de la UE, pese a que el bancario es el mayor sector de la economía suiza. Por eso, los bancos suizos están operativos en centros financieros de la UE como Londres.
Tras el "Brexit", las instituciones financieras británicas podrían tener que cambiar sus operaciones a Irlanda o a otras plazas financieras en el continente.
El caso de Suiza evidencia la dificultad de mantener esa intrincada red de tratados, señala la politóloga Sabine Jenni, de la Universidad ETH de Zúrich.
"La relación suiza con la UE es un patchwork establecido en largas rondas de negociaciones diplomáticas y requiere una reparación constante", escribió en un análisis.
El Gobierno suizo ha estado intentando negociar límites a la inmigración para los ciudadanos de la UE, pero Bruselas se ha negado a iniciar conversaciones al respecto.
EL MODELO CANADIENSE: La UE ha negociado recientemente un acuerdo de libre comercio con Canadá que es más amplio que cualquier otro firmado por el bloque. Una vez que entre en vigor, se suprimirán casi todas las tarifas comerciales en el comercio, la agricultura y la pesca.
Además, Canadá no está obligada a contribuir al presupuesto comunitario. "Pero el mayor reto que el acuerdo UE-Canadá supone para un potencial modelo entre la UE y Reino Unido después del "Brexit" sería que sólo garantiza una liberalización limitada de los servicios", señaló Vicenzo Scarpetta, analista político en el "think tank" Open Europe en Londres.
La relación de Canadá con la UE no es ni de lejos "comparable en ninguna medida a ser miembro del mercado común", escribió en el análisis.