Lula y PT, pesimistas sobre posibilidades de salvar a Rousseff
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Si se avala el juicio, Rousseff será alejada del cargo en forma inmediata por un plazo máximo de 180 días.
El ex presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva y legisladores del gobernante Partido de los Trabajadores (PT) no tienen muchas esperanzas sobre las posibilidades de evitar la caída de la presidenta Dilma Rousseff.
Según informó el portal del diario "Folha de Sao Paulo", Lula reconoció el lunes por la noche, en reunión con el presidente del PT, Rui Falcao, y otros dirigentes del partido de izquierda, que si el Senado resuelve abrir el juicio político a Rousseff, tal como autorizó la Cámara de Diputados, será muy difícil evitar la destitución.
El aval de la Cámara Baja al enjuiciamiento, votado el domingo, fue recibido el lunes por el presidente del Senado, Renan Calheiros.
El próximo paso es la creación de una comisión especial en la Cámara Alta, que emitirá un fallo preliminar sobre la apertura o no del juicio. Luego, ese fallo debe ser ratificado o rechazado por el plenario del Senado.
Para que se inicie el juicio, se necesitan los votos afirmativos de 41 senadores de un total de 81. Se prevé que esa votación tendrá lugar cerca del 11 de mayo.
Si se avala el juicio, Rousseff será alejada del cargo en forma inmediata por un plazo máximo de 180 días.
Durante ese tiempo, la mandataria seguirá viviendo en el Palacio de la Alvorada, residencia oficial del presidente de la República, y su cargo será ocupado en forma interina por el vicepresidente, Michel Temer.
En opinión de Lula, según "Folha", su sucesora difícilmente retornará al cargo si el Senado avala el inicio del juicio.
Lula evaluó incluso como remotas las posibilidades de impedir que el plenario del Senado decida no abrir el juicio, añade el medio.
También senadores del PT, citados hoy por el diario "O Estado de Sao Paulo", admitieron que si el proceso es admitido en el plenario del Senado, será "muy difícil" luego que en el juicio se revierta la situación y Rousseff vuelva a ocupar al Presidencia.
Cumplidos los 180 días de juicio, una sesión definitiva del plenario del Senado, presidida por el presidente del Supremo Tribunal Federal, Ricardo Lewandowski, votará por la condena o absolución de la presidenta.
Para que sea condenada, y por tanto destituida, se necesita el voto de 54 senadores, las dos terceras partes del total.
Los senadores expresaron no obstante alguna esperanza de que no se llegue a esa instancia.
Para lograrlo, la mira está puesta en primer término en Calheiros, un histórico aliado de Lula y adversario del vicepresidente Temer, aun cuando ambos integran el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB).
Como presidente del Senado, Calheiros tendrá la prerrogativa de manejar los tiempos del proceso, lo que puede jugar a favor o en contra del oficialismo, que prefiere un poco de demora para negociar apoyos, y de la oposición, que quiere que todo se desarrolle lo antes posible.