“Me llamo Sadiq Khan y soy el alcalde de Londres”
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El alcalde dedicó sus primeras palabras de agradecimiento a su padre, Amanullah Khan
En su primer discurso tras convertirse en alcalde, Sadiq Khan dio las gracias a Londres “por haber hecho posible lo imposible”. “Quiero que todos y cada uno de los londinenses tenga las oportunidades que nuestra ciudad nos dio a mí y a mi familia”, dijo, emocionado y solemne, rodeado de quienes hasta ayer fueron sus contrincantes. Uno de ellos, el candidato de los xenófobos Britain First, eligió mostrar su desprecio dando la espalda al primer alcalde musulmán de una gran capital occidental. Un símbolo, anecdótico por la escasa relevancia del ofensor, de que el mensaje que lanzó ayer Londres al mundo no resuelve de un plumazo los problemas de convivencia en un país que afronta un flujo de inmigración sin precedentes.
“Me llamo Sadiq Khan y soy el alcalde de Londres”, proclamó el nuevo regidor al jurar su cargo este sábado. El alcalde dedicó sus primeras palabras de agradecimiento a Amanullah Khan, un conductor de autobús paquistaní, ya fallecido, que emigró a Londres en los sesenta para poder sacar adelante a su familia. “He pensado mucho en mi difunto padre hoy”, dijo Khan. “Fue un hombre maravilloso y un gran padre. Habría estado muy orgulloso. Orgulloso de que la ciudad a la que eligió llamar su hogar ha elegido hoy a uno de sus hijos para ser su alcalde”.
Los padres del alcalde, cuyas familias emigraron de India a Pakistán después de la partición en 1947, emigraron a su vez a Londres con sus tres hijos mayores. Se instalaron en un apartamento de una habitación en Balham, un suburbio del suroeste de la ciudad.
Cuando la familia creció, supieron que tenían derecho a una ayuda pública y se mudaron a un piso de tres habitaciones en el bloque de viviendas sociales de Henry Prince Estate, en el vecino barrio de Tooting. Allí se criaron sus ocho hijos, el quinto de los cuales, Sadiq, que compartió una litera con otro hermano hasta que se fue de casa a los 20 años, se convertiría en el diputado del distrito por el Partido Laborista en las elecciones de 2005.
Sadiq Khan nació el 8 de octubre de 1970 en el hospital público St George, una de los emblemas de este barrio multicultural, con una población musulmana del 20% (frente al 5% de media nacional). El padre condujo un autobús durante 25 años y fue miembro del sindicato. Su madre trabajaba como costurera en casa.
Estudió con sus hermanos en la escuela pública de Ernest Bevin, una experiencia que, según ha recordado, “no fue un camino de rosas”. Los llamados “Bevin boys” eran sinónimo de problemas en esas calles al sur del río.
Las tensiones raciales eran frecuentes en el Londres de los ochenta. Sadiq aprendió a boxear con sus hermanos -dos de los cuales regentan hoy un club pugilístico- en parte, según ha reconocido, para “hacerse respetar en el barrio”. Aficionado al fútbol, suele recordar los abusos racistas que él y sus hermanos sufrían en las gradas del Chelsea. Optó al final por ver los partidos en casa y por hacerse hincha del Liverpool, “por el buen fútbol que jugaban entonces”.
En las aulas se fraguó su vocación política y a los 15 años se afilió al Partido Laborista. Khan suele atribuir al entonces director de su colegio, Naz Bokhari, el primer musulmán al frente de una escuela secundaria en Londres, el mérito de enseñarle que “el color de la piel o la procedencia no es una barrera para ser algo en la vida”.
Siete de los ocho hermanos Khan acudieron a la universidad. El otro se convirtió en un exitoso mecánico. Sadiq era bueno en matemáticas y quería ser dentista. Pero finalmente, animado por un profesor que le dijo que siempre estaba discutiendo y por la serie televisiva La ley de Los Ángeles, se decidió por estudiar Derecho en la universidad de North London.
En 1994 entró de practicante en un despacho de abogados especializado en derechos humanos. El mismo año se casó con su actual esposa, Saadiya Ahmed, también abogada e hija de otro conductor de autobús. La pareja tiene dos hijas adolescentes.
Con el tiempo, Khan se convirtió en socio del bufete y desarrolló una sólida carrera en los tribunales, defendiendo a víctimas de abusos policiales. Su contrincante en la batalla por la alcaldía, el millonario conservador Zac Goldsmith, no ha dejado escapar en su agresiva campaña la ironía de que quien litigó contra la policía metropolitana estará ahora al cargo de la misma.
Abandonó su carrera en la abogacía poco antes de ganar su escaño por Tooting en 2005. En su discurso de ingreso en la Cámara de los Comunes también recordó a su padre, y sus enseñanzas sobre el mensaje de Mahoma, en particular aquel que sostiene que “si uno ve algo que está mal, tiene el deber de cambiarlo”.
Matrimonio homosexual
Khan fue criado como musulmán y ha destacado la importancia en su vida de su fe religiosa. Esta no le impidió apoyar el matrimonio entre personas del mismo sexo, una postura que le enemistó con cierto sector de la comunidad musulmana londinense.
A los dos meses de entrar en el Parlamento sucedieron los ataques terroristas en Londres y, en el airado debate sobre el radicalismo islamista, Khan se convirtió en una voz integradora dentro de la comunidad musulmana. Poco después, de unió al medio centenar de diputados laboristas que se rebelaron contra los planes del su primer ministro, Tony Blair, de limitar los derechos de los detenidos sospechosos de terrorismo.
Entró en el Gobierno en 2007 de la mano de Gordon Brown, y dos años después se convirtió en ministro de Transportes. Dirigió la exitosa campaña de Ed Miliband contra su hermano David por el liderazgo del partido en 2010, y el líder le recompensó con el cargo de portavoz de Justicia en la oposición.
Tras la dimisión de Miliband, Khan anunció sus aspiraciones de convertirse en candidato a la alcaldía de Londres. Y se hizo con el puesto derrotando a otros candidatos que partían como favoritos.
Fue uno de los diputados laboristas que nominó a Jeremy Corbyn como candidato en la carrera por el liderazgo del partido “para enriquecer el debate”. El ahora alcalde, sin embargo, no votó por él sino por Andy Burnham en septiembre, y ha dejado claro que no es de la cuerda del nuevo líder laborista.
Al convertirse en alcalde, con una ventaja de 14 puntos sobre su contrincante en la segunda vuelta, el ciudadano Khan quiso dejar clara su fidelidad a sus orígenes. A ese Rosebud, la infancia perdida que recordaba en su agonía el personaje de Orson Welles, que para Sadiq Khan es un barrio obrero de una ciudad que le permitió realizar sus sueños. “Crecí en una vivienda social a pocas millas de aquí”, recordaba en su discurso de aceptación. “Entonces, nunca pude soñar que alguien como yo podría ser elegido como alcalde de Londres. Quiero dar gracias a cada uno de los londinenses por hacer posible lo imposible hoy”.