Nuevo escándalo de Hillary Clinton la involucra con la "reina del performance" Marina Abramovic

En  los medios de comunicación ya no nos sorprende nada en términos de los escándalos de lo que está ocurriendo al día de hoy, en la cuenta regresiva al día de mañana, para la votación en las elecciones presidenciales en Estados Unidos.

Las bataholas han subido de tenor a lo impensable e insólito ya que quedan fuera del umbral de la cotidianeidad. A pesar de que el FBI no encontró ninguna evidencia que incriminara en un ilícito a la candidata demócrata, en relación a la investigación que había cerrado por su uso de un servidor privado como secretaria de Estado, sí  se destapó el más reciente trend topic en la contienda hacia la casa Blanca.

Se trata de un evento bastante bizarro como todo lo que tiene que ver con Hillary Clinton, y la banda illuminati, y en el que está envuelto su jefe de campaña presidencial, John Podesta.

Ya hemos visto el gran revuelo que ha causado Wikileaks en los últimos días con la publicación de otro grupo de los miles de emails que implican a Hillary Clinton, y que supuestamente pretendían llevarla a prisión y lo que presumiblemente lo convertirá en un asunto central en la recta final de la campaña. 

 En esta ocasión nos referimos a uno  de los últimos emails revelados por Wikileaks, en especial donde parece hacerse claras referencias alusivas a prácticas ocultistas.

 En los últimos destapes de Wikileaks, se revela que John Podesta, el jefe de campaña de Hillary está involucrado en cosas muy locas de tipo ocultista... como su jefe Hillary.

Y resulta más que interesante que en el asunto esté envuelta la famosa artista, la extraña performancera Marina Abramovic, una de las fichas "mk ultra" de la élite.

En uno de los emails que fue reenviado al uno, al otro y al otro hasta que llega a Hillary Clinton, fue iniciado por Marina Abramovic quien le escribió a Tony Podesta, hermano del jefe de campaña de Hillary.  En el email le pone el título de "la cena" y en el mensaje le dice que está mirando para ver si hacen un "spirit cooking dinner" en su  casa, en referencia a "cocinar" algo con una clara alusión de tipo espiritual o más bien ocultista.... y así mismo le dice que le haga saber si va John, su hermano.

La misma Marina Abramovic explica lo que es "spirit cooking" que está relacionado con John Podesta y Hillary Clinton, lo cual parece "una mezcla alquímica ya que como la canción de Lady Gaga, habla de líquidos sexuales y sangre y rituales de sacrificio para lograr favores de entidades demoníacas". Curiosamente estos fluidos son mencionados en estos compendios de libros de ejercicios pleyadianos, escritos o más bien canalizados por entidades de la "5ta dimensión"....  No podemos decir más que... toda la gente que sirve a la élite están todos dementes, enfermos y sedientos de sangre para sus dioses."


 

Aquí lo interesante es ver quién inicia la conversación y quién es ella.... como les decía se trata de  Marina Abramovic, denominada así como la "reina del Performance" y quien no escatima esfuerzos para de manera excéntrica llamar la atención con sus  obras  que tienen un trasfondo bastante psicopático y diría yo con cierta connotación de algún tipo de perturbación mental.... mk ultra.  

Por otro parte, ya en vísperas de las elecciones, en el promedio de encuestas la demócrata Hillary Clinton hoy cuenta con 46.4%, de las preferencias, mientras que el republicano Donald Trump tiene 44.4%. Si hoy fueran las elecciones Clinton ganaría 203 Colegios Electorales y Trump 164.    

La gente está asustada en un capítulo histórico a 17 meses de que Trump anunció su candidatura de lo que pensamos que era una broma, y que hoy puede ser una realidad que sea el próximo presidente de E.U.A. Su candidatura es un fenómeno inédito, una prueba de fuego en la que nadie había señalado algo tan contundente. Vamos a ver como se decanta, ya que estamos en un abismo histórico.

Somos afortunados de ser testigos del acontecimiento de una jornada crucial que emociona en términos de democracia en el país vecino donde mañana votarán  más de 240 millones de personas con derecho al voto. Cabe mencionar que no existe un documento nacional de identidad, y hay más de 8.000 circunscripciones electorales con sus normas particulares, algo tan sencillo como ir a votar puede acabar siendo una prueba de resistencia. Las peculiaridades del sistema estadounidense, desde el paso extra de registrarse hasta los cientos de diseños de papeletas distintos y las decenas de cuestiones sobre las que el votante ha de decidir, son para muchos expertos causa, al menos en parte, de la baja participación.