Otra vez la inmigración vuelve a ser un tema candente en las elecciones de EU
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Detractores de Trump dicen que la idea de que se ha perdido el control de la frontera es una exageración y que los republicanos manipulan el tema con fines electorales a escasas dos semanas de los comicios de mitad de término.
La inmigración es nuevamente un tema candente en la política estadounidense ahora que Donald Trump habla de una crisis en la frontera con México, resaltada por las dramáticas imágenes de una caravana de centroamericanos que se dirigen a pie a Estados Unidos y de decenas de personas que trepan un muro fronterizo en Arizona.
La Patrulla de Fronteras difundió el viernes un video del incidente en el cerco en las afueras de Yuma, Arizona, el mismo día en que el presidente Trump viajó a ese estado para participar en un acto proselitista en el que insistió en la necesidad de tomar medidas más severas en la frontera. El gobierno dijo que coyotes habían ayudado a 108 migrantes a escalar el muro en cuatro sitios y que había 52 menores en ese grupo.
Los detractores de Trump dicen que la idea de que se ha perdido el control de la frontera es una exageración y que los republicanos manipulan el tema con fines electorales a escasas dos semanas de los comicios de mitad de término.
Algunas preguntas y respuestas sobre lo que está sucediendo en la frontera y con el tema de la inmigración:
¿QUÉ ESTÁ PASANDO REALMENTE EN LA FRONTERA?
Grandes grupos de familias centroamericanas, sobre todo de Guatemala, han estado haciendo viajes cada vez más peligrosos a través de México hacia la frontera con Estados Unidos. Muchos se entregan a las autoridades estadounidenses en las riberas del río Bravo o en el desierto de Arizona y piden asilo.
Agentes de la Patrulla de Fronteras detuvieron a 16.658 familias en septiembre, lo que representa un incremento del 30% respecto a las cifras de julio, según datos preliminares suministrados a la Associated Press por funcionarios del gobierno a condición de no ser identificados porque no estaban autorizados a dar esa información.
“Si lo que pasa en octubre es un indicio, el año fiscal del 2019 va a ser un año muy activo”, dijo en un tuit esta semana Manuel Padilla Jr., jefe de la Patrulla en el sector del Valle del Río Grande.
Los agentes hicieron 396,579 arrestos en la frontera con México en el año fiscal que terminó el 30 de septiembre, un 31% más que en el 2017, en que se registraron las cifras de detenciones más bajas en 47 años, de acuerdo con la información preliminar. A pesar del repunte, estos números son bajos en un contexto histórico. Un 76% menos que en el 2,000, en que hubo 1.6 millones de detenciones.
¿QUÉ SE HACE CON LOS MIGRANTES?
Al gobierno le cuesta hacer frente a la ola y debe buscar formas creativas de manejar la situación.
Han estado llevando a los migrantes a iglesias de Arizona, donde los dejan con aparatos de monitoreo en los tobillos e instrucciones para presentarse a audiencias judiciales. Los Servicios de la Comunidad Católica del Sur de Arizona, en coordinación con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, ubicaron recientemente a 340 personas en moteles de Yuma y Tucson, hasta que puedan irse a otras partes del país.
El espacio para la detención de familias se limita a unas 3.300 camas en toda la nación y, bajo un fallo judicial, los menores no pueden permanecer detenidos más de 20 días, por lo que a menudo hay que liberar a las familias.
Muchos de los inmigrantes piden asilo por la violencia en Guatemala, Honduras y El Salvador, pero el gobierno de Trump ha endurecido los requisitos para concederlo. De todos modos, procesar un pedido de asilo puede tomar años ya que los tribunales de inmigración tienen pendientes casi 800,000 casos.
Además, siguen llegando a Estados Unidos grandes cantidades de menores no acompañados. Estos menores son alojados en una red de instalaciones costeadas por el gobierno, incluida una carpa en Tornillo, Texas, que está siendo expandida y tendrá 3,800 camas.
¿EN QUÉ ESTÁ EL TEMA DE LA SEPARACIÓN DE FAMILIAS?
La Casa Blanca enfrentó una gran crisis este año por su política de separar familias en la frontera. Más de 2.500 menores fueron separados de sus padres cuando el gobierno adoptó una política de “tolerancia cero” en la que enjuiciaba penalmente a todo adulto que ingresase al país ilegalmente. Cientos de padres fueron deportados sin sus hijos.
El gobierno suspendió esa política en medio de fuertes críticas, pero analiza otras opciones para desalentar la llegada de familias, incluida una propuesta que le permitiría retener a los menores más de 20 días.
Otra posibilidad que está siendo considerada es dar a los padres la opción de permanecer detenidos meses o años con sus hijos mientras se tramita su pedido de asilo o colocar a los menores en refugios del gobierno mientras un pariente u otra persona buscan la custodia legal, señalaron funcionarios.
Activistas afirman que esto plantearía una disyuntiva horrible a los padres: Aceptar estar presos juntos o separar la familia.
El gobierno está tratando de abrir más instalaciones para detener a migrantes, pero ese es un proceso que toma tiempo.
¿QUÉ TIENE TRUMP EN JUEGO EN TODO ESTO?
Trump está promoviendo la separación de familias, por más que su efectividad sea un tema debatible.
“Si hay algo que puedo decir es que cuando una persona piensa que (la familia) no será separada, nuestra frontera se ve desbordada por gente que trata de ingresar”, declaró Trump a la AP el martes pasado.
Trump ha criticado reiteradamente a los líderes de América Central desde que una caravana de más de 2,000 personas partió de Honduras, amenazando con suspenderles ayuda. El jueves dijo en un tuit que podría ordenar a los militares que “¡CIERREN NUESTRA FRONTERA SUR!”.
La caravana ha dado más prominencia al tema de la inmigración en la campaña electoral. Pero no está claro cuántos migrantes llegarán a Estados Unidos en un viaje que podría extenderse más allá de la votación.
Una caravana previa este mismo año se fue diluyendo cuando cruzaba México y solo unos 200 migrantes se presentaron en la frontera para pedir asilo.