Presidente de Filipinas se compara con Hitler y dice que exterminaría a tres millones de drogadictos
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Rodrigo Duterte equipara su guerra contra las drogas al Holocausto judío
El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, se ha comparado con Adolf Hitler este viernes y ha dicho que quisiera matar a tres millones de drogadictos que hay en el país. En una nueva defensa de su guerra contra la droga, que ha causado en tres meses 3.500 muertos entre narcotraficantes y policías, Duterte fue más allá al decir que acabaría con los consumidores.
"Si Alemania tuvo a Hitler, Filipinas tendrá..." dijo el presidente en una rueda de prensa en el aeropuerto de Davao— ciudad de la que fue alcalde durante doce años— y se señaló a sí mismo. "Hitler masacró a tres millones de judíos. Ahora hay aquí tres millones de adictos. Me gustaría masacrarlos a todos", ha declarado ante la prensa (aunque la cifra de muertos más extendida en el Holocausto es de seis millones). Duterte ha agregado que Filipinas tendrá más víctimas y que le gustaría que fueran solo criminales, "para acabar con el problema de este país y salvar a la próxima generación de la perdición".
El mandatario también ha acusado a EU y a la Unión Europea de "hipocresía", por su manejo de la crisis de refugiados al mismo tiempo que no dejan de señalar a Filipinas por las violaciones de derechos humanos de la guerra contra las drogas. "Cerráis vuestras puertas, es invierno y ellos son inmigrantes escapando de Oriente Medio. Permitís que se pudran, ¿pero estáis preocupados por la muerte de 1.000, 2.000 o 3.000 personas?", ha cuestionado.
Además de los constantes insultos del filipino, que incluso hizo una peineta hace unas semanas al hablar de la Unión Europea, se ha negado a reunirse con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y tildó a Naciones Unidas de "inútil" y amenazó con sacar a Filipinas de la organización.
El presidente filipino aseguró, este jueves, durante su visita oficial de dos días a Vietnam, que ha recibido información que apunta a que el servicio secreto de EE UU, la CIA, planea asesinarle. Duterte hizo estas declaraciones minutos después de anunciar su voluntad de poner fin a los ejercicios militares que Filipinas y EE UU llevan a cabo habitualmente. "Os anuncio ahora que este será el último ejercicio militar. Juntos, Filipinas y EE UU, este es el último", dijo en referencia a las maniobras que tropas estadounidenses y filipinas llevarán a cabo del 4 al 12 de octubre próximos. El ministro de Asuntos Exteriores filipino, Perfecto Yasay, garantizó, sin embargo, que el país respetará los acuerdos militares que mantiene con Estados Unidos.
En las últimas semanas, Duterte ha declarado su intención de acercarse a Rusia y a China y ha iniciado un claro distanciamiento de EU, un país que históricamente ha sido uno de los principales aliados de Filipinas.
El dirigente filipino también ha insultado al embajador estadounidense en Manila, Philip Goldberg, y al presidente, Barack Obama, quien en respuesta canceló una reunión bilateral que ambos debían mantener con motivo de la reciente cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) en Laos.
Duterte ganó holgadamente los comicios presidenciales con la promesa de acabar con la droga y la delincuencia en los primeros seis meses de mandato, y desde entonces ha instado en numerosas ocasiones a la Policía y los ciudadanos a matar a narcotraficantes y consumidores de drogas.