'Quédate en casa' por las buenas o por las malas en Bélgica
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A partir del 18 de marzo, los ciudadanos no fueron invitados a permanecer en su hogar, sino forzados a hacerlo
BRUSELAS, BÉL.-Cuando el gobierno de Bélgica anunció las primeras medidas restrictivas para frenar la propagación del coronavirus, los ciudadanos lo tomaron a la ligera.
En lugar de escuchar el llamado de #Quédateencasa, miles aprovecharon el sol de primavera del 14 de marzo para visitar la playa, los bosques y las localidades turísticas de la vecina Holanda, en donde restaurantes y cafeterías hasta entonces continuaban abiertos.
Al percatarse que la ciudadanía no acataría el llamado de solidaridad de manera voluntaria, la primera ministra de Bélgica, Sophie Wilmes, en un plazo menor a los cinco días, pasó a la siguiente fase, a la de absoluto confinamiento.
A partir del 18 de marzo, los ciudadanos no fueron invitados a permanecer en su hogar, sino forzados a hacerlo. Desde ese día, los habitantes del reino belga sólo pueden salir del hogar por cuestiones esenciales, como ir al trabajo, la farmacia, el supermercado o la oficina postal.