Rehén israelí liberada recuerda el dolor por el debate sobre el alto el fuego

Una soldado de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) que fue secuestrada por Hamás dijo que le había desgarrado escuchar sobre las polémicas negociaciones de rehenes mientras estaba en cautiverio, y dijo que sentía “como si nuestras vidas no valieran lo suficiente”.

Agam Berger, de 20 años, dijo que sus casi 500 días de cautiverio fueron aún peores al escuchar las acaloradas discusiones en torno al acuerdo de alto el fuego con Hamás, especialmente cuando la gente sugirió que el precio de la tregua era “demasiado alto” para pagar.

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“Sentimos que nuestras vidas no valían lo suficiente”, dijo el soldado de las FDI a la radio pública israelí KAN. “Tenemos que pagar un precio, pero tenemos que seguir luchando por los [rehenes restantes].

“No es su culpa que los secuestraran, necesitan saber que hay gente luchando por ellos”, añadió Berger.

Durante su tiempo en cautiverio, Berger dijo que ella y sus compañeros rehenes se sintieron impulsados por la esperanza que les brindaba el poco acceso que tenían al mundo exterior, incluidas las transmisiones de radio y los periódicos.

Dijo que sentían que podían seguir soportando la tortura de Hamás cada vez que escuchaban a altos funcionarios israelíes decir que presionarían para llegar a un acuerdo sin importar el precio que tuvieran que pagar.

Berger dijo que quiere que Israel transmita ese mensaje nuevamente en medio de una reciente tensión en el acuerdo de alto el fuego que ha estancado las negociaciones para la segunda fase, que vería la liberación de los rehenes vivos restantes.

Esos rehenes, todos ellos soldados varones de las Fuerzas de Defensa de Israel, probablemente estén sufriendo los mismos abusos que los otros hombres que estuvieron cautivos, advirtió Berger.

Los hombres liberados por Hamás durante el acuerdo de alto el fuego dijeron a los periodistas que sufrieron palizas regulares por parte de agentes de Hamás, y que muchos de ellos fueron obligados a permanecer en habitaciones oscuras y estrechas durante horas y tuvieron poco acceso a comida y agua.

Los contadores de los rehenes liberados han dejado a las familias de los que aún están cautivos preocupados de que a sus seres queridos no les queda mucho tiempo.

Dvir Kupershtein, hermano del rehén Bar Kupershtein, dijo a la Knesset el martes que el intercambio de rehenes debe continuar a pesar de la decisión de Israel y Hamás de detener las negociaciones después de acusar al otro de violar el acuerdo.

“Sabemos que Bar está vivo al 100 por ciento, pero mañana todo podría cambiar, o incluso en otra hora o minuto”, dijo Kupershtein a los representantes.

La rehén rescatada Noa Argamani también subrayó la necesidad de liberar a los 63 rehenes restantes, incluido su compañero, Avinatan Or, durante un discurso ante el Consejo de Seguridad de la ONU el martes.

“Puedo decirles que así es exactamente como se sienten hoy los rehenes: abandonados por el mundo”, dijo Argamani al consejo. “El acuerdo debe seguir adelante en su totalidad”.