Revelan que jefes de bomberos decidieron no desplegar a sus equipos cuando estalló incendio en LA

Los jefes de bomberos de Los Ángeles optaron por no desplegar 1.000 bomberos disponibles y más de 40 camiones cisterna hasta que uno de los incendios forestales estuviera fuera de control, incluso cuando llegaban advertencias extremas sobre vientos potencialmente mortales, según un nuevo informe condenatorio.

Las autoridades pospusieron la orden de que cientos de equipos de bomberos disponibles permanecieran de servicio durante un segundo turno el martes pasado para ayudar a combatir las llamas que se estaban apoderando del vecindario de Pacific Palisades, devastado desde entonces, según registros internos del departamento de bomberos obtenidos por Los Angeles Times.

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Además, sólo dotaron de personal a cinco de los más de 40 camiones de bomberos que estaban disponibles, según consta en los registros.

No se prepararon motores adicionales en la región de Palisades antes de que estallara el incendio allí, pero se colocaron nueve previamente en las áreas del Valle de San Fernando y Hollywood, según los registros.

El personal adicional fue enviado al enclave de Palisades, ahora destruido, solo después de que las llamas ya se habían apoderado del lugar, según los registros.

“El plan que están usando ahora para el incendio debería haber sido el mismo que se usó antes del incendio”, dijo el exjefe del batallón del LAFD, Rick Crawford, al medio. “Es una táctica conocida de dotación de personal, un modelo de despliegue.

“Habrían tenido más posibilidades de obtener un mejor resultado si hubieran desplegado esos motores”, añadió Crawford, quien ahora dirige la gestión de emergencias y crisis del Capitolio de Estados Unidos.

“Te das la mejor oportunidad de minimizar la magnitud del incendio... Si haces eso, tienes la capacidad de decir: ‘Lo hice todo desde el principio’”.

“Eso no sucedió aquí”, continuó, añadiendo que las decisiones fueron parte de un “efecto dominó de errores” por parte de los funcionarios.

Aun así, el subdirector de Los Ángeles, Richard Fields, quien estaba a cargo del personal y el equipo antes de los históricos incendios forestales, enfatizó que su plan era “apropiado para una respuesta inmediata”.

“Es muy fácil ser mariscal de campo el lunes por la mañana y sentarnos en el sofá y decirnos qué deberíamos haber hecho ahora que sucedió lo que pasó”, dijo al medio.

“Lo que hicimos se basó en muchos años de experiencia y también en intentar ser responsables del resto de la ciudad en cualquier momento del día”.

La jefa de bomberos Kristin Crowley también defendió las tácticas del departamento, argumentando que tenían que ser estratégicas con recursos limitados dado que las llamadas al 911 se duplicaron el martes pasado en comparación con un día típico.

“Respaldo el plan que han elaborado, porque tenemos que gestionar a todos en la ciudad”, dijo Crowley.

Los funcionarios del LAFD han culpado anteriormente de su respuesta de extinción de incendios, en parte, a los recortes presupuestarios después de que se supo que la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, había recortado $ 17,6 millones del departamento antes de los devastadores incendios.

Los equipos que luchaban contra el incendio de Palisades también informaron desde el principio que tuvieron dificultades para combatir las llamas después de que los hidrantes locales se secaron debido a la baja presión del agua.

Desde entonces se supo que el embalse Santa Ynez de 117 millones de galones, en el barrio de Pacific Palisades devastado por el fuego, estaba vacío y se estaban realizando reparaciones en su cubierta rota cuando el histórico incendio comenzó a devastar la región hace una semana.

Se ha culpado al incendio Palisades, a lo largo de la costa, de ocho muertes mientras los incendios forestales continúan destruyendo el área.

Cal Fire informó que el incendio Palisades estaba contenido en un 18% hasta el martes.