A solo diez meses de “Charlie Hebdo”, París vive otra vez el terror

A menos de tres manzanas de donde se encuentra la redacción de "Charlie Hebdo" volvió a desatarse el terror. Solo pasaron diez meses desde el ataque a la revista satírica. Este viernes, París fue nuevamente blanco de una ola de ataques terroristas que causaron la muerte de al menos 127 personas, mientras que más de 200 resultaron heridas.

En la sala de conciertos "Bataclan" en el distrito 10 de la capital francesa, unas 1,500 personas escuchaban a la banda de hard rock estadounidense Eagles of Death Metal.

Al comienzo del sexto tema hombres vestidos de negro y a cara descubierta ingresaron en la sala y comenzaron a disparar con ametralladoras Kalashnikov indiscriminadamente a su alrededor al grito de "Alá es grande", relató un testigo presencial a la emisora de radio a ​​France Info.

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El periodista Julien Pearce de la radio Europe 1, quien también estaba en la sala, informó: "Tenían ametralladoras tipo Kalashnikov y de inmediato comenzaron a disparar. Esto duró unos 10, 15 minutos", añadió.

"Fue muy violento y había mucho pánico. Todos corrían hacia el escenario. Los atacantes recargaron al menos tres veces sus armas. No estaban enmascarados. Eran muy jóvenes y actuaron muy tranquilos", agregó.

"Bataclan", ubicado en el Boulevard Voltaire de la capital francesa, se encuentra en una de las zonas más animadas de la ciudad. Los viernes a la noche suelen verse allí muchos jóvenes.

Al menos ocho de los atacantes responsables de la ola de atentados murieron, informaron hoy medios franceses citando a los investigadores. De acuerdo con las informaciones, la mayoría de los atacantes se voló por los aires tras atentar contra la sala de conciertos "Bataclan" y cerca del estadio Stade de France.

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La sala de conciertos está cerca de la redacción de "Charlie Hebdo", que enero fue blanco de otro atentado terrorista con 12 muertos.

Se calcula que los terroristas cometieron ataques en seis sitios de París, entre ellos, en los alrededores del estadio Stade de France, donde se disputaba un amistoso entre Francia y Alemania, en Saint Denis, en el norte de París. Las autoridades creen que hay aún varios atacantes prófugos.

Más 78,000 personas se encontraban en el estadio cuando se escucharon tres explosiones: la primera a 21:16, la segunda seis minutos después y la tercera entre las 21:45 y las 22.00 horas.

La policía cerco la zona de inmediato e instó a la gente a permanecer en sus casas. El presidente de Francia, François Hollande, declaró de inmediato el estado de excepción y ordenó el cierre de las fronteras del país. Además, fueron movilizados 1,500 soldados adicionales en París y helicópteros sobrevolaban la ciudad. En todo París se escuchaban sirenas de ambulancias, patrulleros y bomberos. Los hospitales se prepararon para máxima emergencia.

La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, llamó a los ciudadanos parisinos a la unidad. "Estamos de pie, estamos unidos", escribió el sábado por la madrugada en Twitter. "En vistas de este acto barbárico indecible, que dejó decenas de heridos, París ha sido herida en su corazón”.