Trump espera subir al trono republicano en Cleveland
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Trump buscó llegar a los votantes blancos de clase media trabajadora, frustrados con el "establishment" republicano, y rápidamente logró conseguir una multitud leal de seguidores que lo acompañaron en sus mitines.
Donald Trump no es el típico republicano, pero el partido de centro-derecha estadounidense tiene previsto darle su apoyo como candidato a la presidencia en la convención que celebrará a partir del próximo lunes en Cleveland, Ohio.
Cuando entró en la carrera por la nominación republicana a mediados del año pasado, Trump tenía las de perder ante nombres reconocidos como el gobernador de Florida, Jeb Bush, o los prometedores senadores Marco Rubio y Ted Cruz.
El multimillonario era considerado motivo de broma para los cómicos de los "late-night shows" televisivos, pero los medios estadounidenses se vieron atraídos por sus descaradas declaraciones en entrevistas y sus comentarios improvisados en las redes sociales.
Trump buscó llegar a los votantes blancos de clase media trabajadora, frustrados con el "establishment" republicano, y rápidamente logró conseguir una multitud leal de seguidores que lo acompañaron en sus mitines, en los que prometió "hacer nuevamente grande a Estados Unidos".
Y ese es el mensaje en el que insiste desde que virtualmente se aseguró la nominación de su partido. "Hay una profunda desconexión en Estados Unidos. Hay dos Estados Unidos: la clase dirigente y los grupos a los que favorece, y el resto del mundo", dijo esta semana.
Las victorias en las primeras primarias, en febrero y marzo, dieron a Trump un impulso clave y sus sorprendidos rivales fueron incapaces de reagruparse, por lo que se dividió el voto de los tradicionales seguidores republicanos. Al final, los contrincantes de Trump fueron abandonando la carrera uno tras uno.
El próximo lunes, Trump prácticamente completará su dominio y quedará a un paso de su objetivo: llegar a la Casa Blanca.
La convención gira en torno a la votación de los 2.472 delegados del partido, que deberán elegir formalmente a su candidato presidencial. El ganador necesita 1.237 delegados y Trump ya superó esa marca en mayo.
El evento, de cuatro días, finalizará con la aceptación de la nominación por parte de Trump en un discurso televisado el jueves por la noche.
Durante el resto de la convención se aprobará el programa electoral del partido y se escucharán los discursos de algunos militantes y otros candidatos, entre ellos el hombre o la mujer a quien Trump elija para competir por la vicepresidencia.
No todos están encantados con Trump, e incluso algunos dentro del partido anunciaron que nunca apoyarán al candidato que temen que perjudique las perspectivas de otros republicanos y cuyos puntos de vista no reflejan la ortodoxia del partido.
Un pequeño grupo de delegados está presionando para que se cambien las reglas del partido antes de la convención con el objetivo de que sea más fácil para los delegados votar contra Trump. Ellos quieren que se apruebe una norma que permita a los delegados votar de acuerdo con su conciencia en vez de estar obligados a seguir los resultados de la votación en en sus respectivos estados.
"Tenemos que cargar con un candidato presidencial que no tiene ninguna de las cualidades de los líderes más grandes de nuestro partido. Él (Trump) carece de la decencia normal, del respeto a la Constitución y del temperamento de alguien que sea apto para ser comandante en jefe", escribió en su página web un grupo de delegados autodenominado "Free the Delegates" (Liberen a los Delegados).
Aunque las fuerzas opuestas a Trump lo tienen difícil para imponerse, cuentan con el apoyo de algunas figuras prominentes, tales como los ex presidentes George W. Bush y George H.W. Bush, y los ex precandidatos John McCain y Mitt Romney, quienes anunciaron que no asistirán a la convención.
Los demócratas ven en las muestras de desunión entre los republicanos una mayor oportunidad para que su virtual candidata, Hillary Clinton, gane las elecciones de noviembre.
Algunas grandes compañías patrocinadoras, entre ellas Coca Cola, también evitan dar su apoyo a la convención republicana este año ante el temor de verse comprometidas por las polémicas afirmaciones de Trump y su posición contraria a los acuerdos comerciales.
Los sondeos estadounidenses dan una ventaja a Clinton sobre Trump, pero el magnate inmobiliario ha reducido la brecha recientemente en varios estados clave. En Florida, Ohio y Pensilvania, tres estados considerados cruciales para ganar la presidencia, la contienda está demasiado ajustada para pronosticar al ganador, según una encuesta publicada el miércoles por la Universidad Quinnipiac.