Un estudio del FMI alerta de que la IA generativa también afectará a trabajos cualificados

WASHINGTON- La Inteligencia Artificial generativa podría ser capaz de reemplazar a los humanos en puestos de trabajo cognitivos, siendo estos en los que las personas necesitan realizar procesos mentales para procesar información, con lo que acrecentería la automatización del mercado laboral a otros sectores más allá de las tareas repetitivas, alerta un estudio que publicó el Fondo Monetario Internacional.

De acuerdo con el informe del FMI “Fiscal Policy Can Help Broaden the Gains of AI to Humanity”, hasta ahora las nuevas tecnologías de IA generativa poseen un gran potencial para impeler “la productividad y mejorar la prestación de servicios públicos”, sin embargo, debido a “la velocidad y la escala de la transformación también plantean preocupaciones sobre la pérdida de empleos y una mayor desigualdad”. Siendo así que por la incertidumbre en relación con el futuro de la IA, “los gobiernos deberían adoptar un enfoque ágil que los prepare para escenarios altamente disruptivos”.

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Este nuevo estudio realizado por el Fondo Internacional Monetario precisa que la política fiscal tiene un papel fundamental con el propósito de favorecer que se lleve a cabo una “distribución más equitativa de las ganancias y oportunidades de la IA generativa. Pero esto requerirá mejoras significativas en los sistemas tributarios y de protección social en todo el mundo”.

¿Cómo deberían renovarse las políticas de protección social ante los cambios tecnológicos disruptivos provocados por la IA?, se cuestiona el FMI, a la que responde, que no obstante, la IA podría con el tiempo propulsar el empleo y los salarios, también sería capaz de dejar a “grandes sectores de la fuerza laboral sin trabajo durante períodos prolongados, lo que provocaría una transición dolorosa”, señala el Fondo Monetario Internacional.

“Las lecciones de oleadas de automatización pasadas y los modelos del FMI sugieren que un seguro de desempleo más generoso podría amortiguar el impacto negativo de la IA en los trabajadores, permitiendo a los trabajadores desplazados encontrar empleos que se ajusten mejor a sus habilidades”, explica el FMI.

Por lo que, prosigue el Fondo Monetaria Internacional, “la mayoría de los países tienen un margen considerable para ampliar la cobertura y la generosidad del seguro de desempleo, mejorar la portabilidad de los derechos y considerar formas de seguro salarial”.

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En este sentido el FMI señala que “la formación sectorial, los programas de aprendizaje y los programas de mejora y recapacitación podrían desempeñar un papel más importante en la preparación de los trabajadores para los empleos de la era de la IA”.

Por lo cual, van a ser necesario el desarrollo de “programas integrales de asistencia social para los trabajadores que se enfrentan a un desempleo de larga duración o a una reducción de la demanda laboral local debido a la automatización o al cierre de industrias”.

El Fondo Monetario Internacional, vaticina que habrá diferencias considerables en cómo la IA podría impactar tanto a las economías de mercados emergentes como a las que están en desarrollo y, por lo que también es importante tener en cuenta, cuál tendría que ser la respuesta de los responsables de las políticas en esta situación.

Por otra parte, prosigue el FMI, “si bien los trabajadores de esos países están menos expuestos a la IA, también están menos protegidos por programas formales de protección social, como el seguro de desempleo, debido al mayor sector informal en sus economías”.

Por lo que, “los enfoques innovadores que aprovechan las tecnologías digitales pueden facilitar una mayor cobertura de los programas de asistencia social en estos países”, apunta el Fondo Monetario Internacional.

¿DEBERÍA DE GRAVARSE LA IA CON EL FIN DE PALIAR EL DESCONCIERTO EN EL MERCADO LABORAL Y PAGAR POR EL IMPACTO EN LOS TRABAJADORES?

Algunos han sugerido un impuesto a los robots con el fin de desalentar a las empresas a que los trabajadores sean desplazados por los robots.

El FMI disuade que sean aplicados impuestos especiales sobre la inteligencia artificial para reducir la inversión en ella, ya que que el organismo internacional piensa que esta acción podría obstruir la productividad, por lo que aconseja que los países incrementen el impuesto medio sobre las rentas del capital.

En este sentido, se cuestiona el FMI, ¿qué se puede hacer para reequilibrar la política fiscal en la era de la IA?, respondiendo que algunos países avanzados tomaron la decisión de aumentar “las exenciones fiscales corporativas sobre software y hardware informático en un esfuerzo por impulsar la innovación”. No obstante, prosigue el Fondo Monetario Internacional, estos estímulos son proclives a animar a las empresas a a través automatización reemplazar a sus trabajadores. “Los sistemas de impuestos corporativos que favorecen de manera ineficiente el rápido desplazamiento de empleos humanos deberían reconsiderarse, dado el riesgo de que puedan magnificar las dislocaciones causadas por la IA”.

“Muchos países de mercados emergentes y en desarrollo tienden a tener sistemas de impuestos corporativos que desalientan la automatización. Esto puede ser distorsionante a su manera, impidiendo las inversiones que permitirían a esos países ponerse al día en la nueva economía global de IA”, advierte el FMI.

Entonces, ¿Cómo deberían los gobiernos diseñar impuestos redistributivos para compensar la creciente desigualdad provocada por la IA?, se pregunta el Fondo Monetaria Internacional; y nos da una respuesta, la inteligencia artificial generativa, de la misma forma que otros tipos de innovación, son capaces de propiciar a “una mayor desigualdad de ingresos y concentración de la riqueza”.

Siendo así, prosigue el FMI, “los impuestos sobre la renta del capital deberían reforzarse para proteger la base impositiva contra una mayor disminución de la participación del trabajo en la renta y para compensar la creciente desigualdad de la riqueza. Esto es crucial, ya que una mayor inversión en educación y gasto social para ampliar los beneficios de la IA requerirá más ingresos públicos”.

En opinión de Era Dabla-Norris, directora de Misión en Vietnam y de la División en el Departamento de Asia y el Pacífico del FMI y que es una de las autoras del estudio, ”las economías de mercado emergentes y en desarrollo están menos expuestas a la IA que las economías avanzadas, pero también están menos preparadas para adaptarse a ella”.

”El impuesto mínimo global que han acordado más de 140 países y que establece un tipo impositivo efectivo mínimo del 15 % para las empresas multinacionales es un paso en la dirección correcta”, concluyó Dabla-Norris.

Con información de la Agencia EFE y FMI.