Víctimas de Nxivm demandan a Raniere y asociados, pero no incluyen a hijos de Carlos Salinas

Internacional
/ 2 febrero 2020

La demanda por esclavitud y abusos sexuales contempla a 14 líderes del grupo catalogado como secta, incluyendo a las empresarias regias Rosa Laura Junco y Loreta Garza, pero no a Emiliano Salinas ni a Alejandra González, ex asociados de Raniere en México

Alrededor de 80 personas que se dicen víctimas de estafa, abusos físicos y sexuales, esclavitud, experimentos médicos ilegales y trabajos forzados presentaron una demanda civil contra el líder del grupo de autoayuda Nxivm, Keith Raniere, y otros 14 integrantes de su círculo de confianza, incluyendo a cuatro empresarias mexicanas.

Las mexicanas demandadas son Rosa Laura Junco, hija de Alejandro Junco de la Vega, presidente y director general de Grupo Reforma; la empresaria regiomontana y licenciataria del llamado Kinder Nxivm en Monterrey, Loreta Garza Dávila, y las exentrenadoras o couches Mónica Durán y Daniela Padilla.

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Las cuatro mujeres fueron identificadas en el juicio penal contra Raniere, quien fue declarado culpable de siete cargos criminales por una Corte de Distrito de Nueva York, como parte del grupo secreto de mujeres DOS (Dominante sobre Sumiso) que mantenía relaciones sexuales exclusivamente con “Vanguard”, título que ostentaba Raniere dentro de la agrupación.

La demanda no incluye a los principales asociados financieros de Keith Raniere en México como los hijos del expresidente Carlos Salinas de Gortari, Emiliano y Cecilia Salinas Ocelli; su socio comercial Alejandro Betancourt ni a Alejandra González Anaya, hermana del exsecretario de Hacienda, Alejandro González Anaya, y esposa del abogado Federico de la Madrid, hijo del expresidente Miguel de la Madrid.

Además del líder y cofundador de Nxivm la demanda incluye a su segunda de a bordo, Nancy Salzman, conocida como “Prefect”; a las hermanas multimillonarias Clare y Sara Bronfman, que eran las principales patrocinadoras del grupo de autoayuda; a la hija de Nancy Salzman, Lauren Salzman; a la actriz de Smallville, Allison Mack; y a la excontadora de la secta, Kathy Rusell.

De igual forma, están demandados los médicos Brandon Porter y Danielle Roberts; Nicky Clyne y Karen Unterreiner; así como tres de las principales empresas del grupo: Nxivm Corporation; Executive Success Programs (ESP); Ethical Science Foundation; y First Principles.

La demanda que busca una reparación económica sin precisar el monto, señala que el paso de las víctimas dentro del grupo representó para la mayoría de ellas que fueran objeto de diversos delitos como tráfico sexual, trabajo forzado, robo de identidad, fraude y abusos sexuales, psicológicos y físicos.

La denuncia civil de 189 páginas advierte de los daños psicológicos que sufrieron miles de estudiantes “alto nivel” que tomaron los principales cursos de Nxvim, los cuales son descritos como una metodología pseudocientífica que solo generaba ganancias para el círculo de confianza de Raniere.

“Mientras más tiempo se haya estado inmerso alguien en este sistema, es más probable que se sufran lesiones psicológicas y emocionales de moderadas a graves, incluido el trastorno de estrés postraumático y el trastorno de estrés postraumático complejo”, advierte la querella.

Entre los demandantes del grupo se encuentran Sarah Edmondson, quien denuncio la existencia del grupo de mujeres marcadas; el documentalista Mark Vicente y una expareja de Raniere, Toni Natalie. En total, hay 20 hombres y 60 mujeres en el grupo demandante.

Los negocios de Raniere en México incluían una red financiera en la que participaba de manera activa Emiliano Salinas, así como el Kínder Nxivm que dirigía su hermana Cecilia Salinas Ocelli.

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