La Selva Lacandona, en Chiapas, se ha convertido en un bastión del Cártel de Sinaloa
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Según testimonios de lacandones, el Cártel de Sinaloa tiene una presencia dominante en la región, que utiliza como centro de operaciones
La Selva Lacandona, una de las regiones más biodiversas del mundo, se ha convertido en un santuario del narcotráfico. El Cártel de Sinaloa ha tomado el control de la zona, aterrorizando a los habitantes y poniendo en riesgo a los turistas.
Según testimonios de pobladores para Latinus, el cartel ha armado a personas para que se dediquen a la extorsión, el secuestro y el control de las zonas arqueológicas.
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Los lacandones señalan que, aunque Bonampak sigue abierto al público, los servicios de acceso y transporte son controlados por los narcotraficantes.
La región es también usada como punto de aterrizaje y despegue de avionetas cargadas con drogas y armas. En diciembre del año pasado, una aeronave que intentó aterrizar en la zona terminó por accidentarse.
Los lacandones denuncian que las autoridades no han hecho nada para detener la presencia del narcotráfico en la región.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ha asegurado que las zonas arqueológicas están bajo su control, pero los pobladores afirman que esto es falso.
Las agencias de viajes europeas han decidido suspender sus tours a la Selva Lacandona por la inseguridad.
Terres de Adventure, ubicada en París, y Huwan Club Adventure, en Marsella, decidieron terminar de tajo su relación con los operadores de turismo en México que ayudaban al traslado de visitantes desde el viejo continente hasta la selva.
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La situación en la Selva Lacandona es una muestra del avance del narcotráfico en México.
La región, que alguna vez fue un atractivo turístico de alcance mundial, se ha convertido en un foco rojo de inseguridad.
Con información de Latinus
